Ep. 8

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— ¡Eres un niño hermoso, Sunoo!

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— ¡Eres un niño hermoso, Sunoo!

— Por supuesto que lo es, mira a quién tiene de madre.

Kai comenzó a reírse cuando Nayeon dijo aquello como si nada, ordenando la mochila del niño, ya que pasaría esos días con ella luego de que volviera de su viaje de negocios.

Yeonjun, en tanto, estaba arreglando–destruyendo la televisión mientras Beomgyu cocinaba algo para la cena.

— ¿Tienes todo, Sun? - preguntó Nayeon, tomándole la mano.

— ¡Sí, mamá!

— Entonces ve a despedirte de tu padre y tus tíos, ¿dónde están tus modales, zorrito?

Sunoo le sacó la lengua a su madre, ganándose un pellizco en la nariz, y después corrió a despedirse de Beomgyu y Kai, dejando a Yeonjun para el final.

— Adiós, papá - se despidió Sunoo cariñosamente-, ¡te voy a extrañar! ¡Y por favor, trata de no destruir algo!

Yeonjun comenzó a reírse.

— Pásala bien con tu mamá, campeón - se despidió, dándole un beso en la frente -. Nos vemos en unos días.

Segundos después, la puerta de la casa fue cerrada, quedando sólo ellos tres en el pequeño hogar de Yeonjun y Beomgyu.

— Oye, Hyuka - dijo Beomgyu desde la cocina-, ven, quiero darte algo en tu día especial.

Kai arrugó el ceño, negando con la cabeza, y entró a la habitación, quedándose quieto mientras una sonrisa enorme se extendía por su rostro.

Unas pantuflas de Snoopy estaban sobre la mesa con una cinta de regalo, así que comenzó a reírse por la diversión sin poder evitarlo. Fue a abrazar a su mejor amigo, dándole un beso en la mejilla.

— ¿Y para mí qué? ¡Beomgyu gastó mi dinero! -se quejó Yeonjun, entrando.

Kai volvió a carcajearse, abrazando también a Yeonjun por la emoción, agradeciéndole el bonito y simple presente.

Trató de obviar la acongojante sensación en su pecho, porque ese día cumplía veintinueve años y Soobin no lo saludó en la mañana.

Aunque tampoco es como si lo hubiera esperado, porque Soobin nunca solía ser la primera persona en desearle un feliz cumpleaños: por el contrario, prefería ser siempre el último, así que cuando era ese día, se juntaban luego del trabajo para ir a cenar sólo los dos y pasar una maravillosa noche sin nadie que los molestara.

Por lo que Kai estaba preparado, estaba listo, pues ya tenía la reserva del restaurante al que iban siempre, y esperaba con mucha anticipación esa noche. Si todo salía bien, tal vez podría finalizar con ellos dos haciendo el amor y recuperando esa magia que los rodeaba cuando estaban juntos.

Kai sabía, confiaba, en Soobin para ese día, porque nunca antes lo decepcionó en algún cumpleaños.

— ¿No quieres cenar con nosotros? - preguntó Beomgyu con expresión preocupada -. Puedes invitar a Soobin si quieres...

Apego ღ Sookai Donde viven las historias. Descúbrelo ahora