El Duque Kim (TKK)

Prólogo

Siglo XIX, año 1814

La época diamante, donde las madres parecían estar en cacería por sus hijas. La era de cazar solteros o eso decía el duque Kim. Las calles llenas de jovencitas con sus damas de compañía, miles de madres caminando hacia los mejores establecimientos de costura, pero claro nadie se igualada a Madam Dugua. Conocida por toda la cuidad, sus costuras eran de alta gama y además de que era la costurera de la reina.

Tantas madres dispuestas a pelear por un buen soltero para sus hijas, pero nuevamente, el hijo de los Edmon no estaba dispuesto a cierta exhibición como él le decía.

Edmon Kim, padre de 3 hijos un hombre que era feliz mente casado con la bella hija del vizconde Rui. Ambos se unieron por voluntad propia y criaron a sus 3 hijos. Taehyung Kim, Félix Kim y la pequeña Hiria Kim; los pequeños crecieron en un lugar de armonía y unión, lamentablemente esa armonía termino cuando su padre edmon falleció.

Desde ese entonces, la duquesa Viuda se refugió en la tristeza; sus hijos quedaron en manos del mayor de los hermanos y los sirvientes de la casa, su madre sufrió por mucho tiempo y el pequeño heredero se educó a base enseñanzas por parte de sus maestros ya que no podía estudiar en una escuela normal o convivir con niños de su edad por estar en casa al pendiente de su madre.

Con solo 12 años de edad el pequeño taehyung era muy responsable, los sirvientes de la casa lo vieron cambiar, parecía que había madurado más rápido, sus facciones eran iguales a las de su padre.

Su madre volvió a levantarse de su tristeza cuando el menor de los Kim le fue a dejar flores.

Tal vez la armonía había regresado. Un chico de tan solo 12 años supo sobrevivir sin su madre y era el mismo patrón que había pasado su padre en su vida. Se dice que quien no conoce la historia está condenado a vivir la misma.

-Taehyung, baja ya –Grito su momo, apodo que le dio su madre-. Se nos hará tarde y el abuelo no es de esperar – Cruzo los brazos con cierto enojo.

- Dios haces demasiado alboroto, momo – Murmuro Félix bajando las escaleras mientras se acomodaba las mangas flojas de su camisa- Taehyung ya viene, se está poniendo los pantalones

-Creo que el futuro duque se tarda demasiado y llegaremos tarde- Apareció su madre haciendo que ambos se asustaran y pegaran un salto- ¿Qué?, Quiten esas caras

-Madre, Ya nos podemos ir- La voz del duque apareció mientras el bajaba las escaleras acomodándose el cabello hacia atrás, los pequeños rulos de su cabello negro caían hacia su enfrente.

- Tardaste mucho- Sincero momo, tomando sus guantes.

-Lo siento, Ayer no pude conciliar el sueño- Se acercó a su hermana y ambos entrelazaron sus brazos así caminando a la par.

Su abuelo materno los había invitado a tomar el desayuno pues había llegado de un viaje muy cansado solo para ver a sus nietos, los Kim aceptaron pues tenían casi 3 años sin ver a su abuelo. Los jóvenes y su madre salieron de su residencia, un carruaje los estaba esperando afuera de esta, Félix le abrió la puerta a su madre así mismo entrando su hermana, luego él y al último el mayor.

El carruaje comenzó a andar hacia la residencia de su abuelo, Hirai iba leyendo un libro tranquilamente y ambos chicos charlando con su madre sobre las remodelaciones que le querían hacer a su hogar.

Un camino tan tranquilo, hasta que llego aquel tema de siempre. 

-Taehyung, Sabes que la temporada comienza mañana, ¿Verdad? -Menciono su madre y el pelinegro no hizo nada más que suspirar pensó que su madre ya había olvidado el tema de un casamiento. -