cena familiar

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Esta era la primera vez que Bakugo lo invitaría a una cena con su familia. Lo cual realmente lo pone bastante ¿Ansioso?

Es decir, solo no estaba acostumbrado, y cuando Bakugo le demandó -porque no se lo pidió-  ir a su casa ese mismo día, se sintió ¿Extraño?

Pero no de una mala manera.

—Entonces Bakubro—Pateó una piedra sobrepuesta en su camino y alzó sus brazos para reposarlos detrás de su nuca sin preocupación. — ¿A qué hora será la cena?

—Puedes llegar a las cinco, bastardo. Y más te vale que llegues tarde...—Katsuki chasqueó la lengua amargo, dijo aquello como una amenaza bastante seria si le permitían decir a Eijiro.

Ya era costumbre que cada fin de semana luego de salir de la UA, Eijiro acompañara al rubio a la puerta de la casa del segundo. Siempre se despedían bastante fraternal, y al terminar Eijiro seguía su camino.

—Entiendo, bro.

—Ah y Kirishima, ve bien vestido, no quiero que estés como un vagabundo en mi casa, ¿De a cuerdo?

¿Vagabundo? ¿Él? Que mentira, si más bien era uno de los alumnos mejor vestidos de la clase 1-A. Además, en su opinión Bakugo estaba exagerando, era solo una cena con los padres de su mejor amigo, ¿No?

Aunque, ahora que lo piensa mejor ¿Por qué no habrá invitado a Mina y los demás?

Eijiro sacudió la cabeza, estaba sobrepensando mucho, seguramente Bakugo no quería tener ninguna mala impresión de sus amigos con sus padres, y por eso decidió sólo invitarlo a él, porque era el único de los tres restantes que sabía controlar al rubio.

Sí, era eso. ¿Por qué más sería?

Aunque, tampoco era para tanto, Bakugo realmente no era difícil de tratar, o por lo menos nunca lo fue con él, siempre tuvo esa paciencia con su persona.

—Bien—Esbozó una sonrisota Kirishima.  —A esa hora estaré en tu casa bro.

—De acuerdo, bastardo.

Siguieron caminando bastante relajados, o por lo menos Bakugo lo estaba.

Con el pasar de los años, Kirishima y Bakugo se habían convertido en amigos íntimos. En mejores amigos, habían simplemente acciones y reacciones que tanto el uno como el otro ya conocían a la perfección. Y muy a pesar de que estos tienen su grupo de amigos con el cual pasar el rato, preferían la mayoría de veces, solo estar ellos dos.

Porque... eso hacen los mejores amigos ¿No?

Bakugo, quien ahora volteó a ver a Eijiro, sonrió de lado al percatarse de la extraña cara de su amigo, parecía estar pensándolo demasiado. Le dio risa verlo en ese estado, en serio, Kirishima a veces era... tan ¿Despistado?

Sabía como calmarlo, es decir, ya tenía unos dos años conociendo a ese rojizo como si realmente lo conociera de toda una vida.

Así que Katsuki sostuvo su mano, ejerciendo presión -pero solo un poco- nada mas para hacer entrar en razón a Eijiro.

—Bakubro...

— ¿Qué?

No dijo nada, solo tragó grueso.

Se mantuvieron callados y agarrados de la mano lo que restaba del camino, fuera de lo incómodo, estaban bastante normal, solo era un paseo de amigos.

Katsuki raspó su garganta de manera un tanto seca, y Eijiro volteó. —Llegamos.

—Ah, sí...

—Recuerda, Kirishima,  más te vale llegar bien y a la hora—Y dicho eso, Bakugo se rió empujando suave el hombro cercano de Kirishima, mismo quien lo empujó de vuelta con la misma empatía.

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