El sol se ocultaba sobre el pequeño pueblo alemán cuando Paul cerró la puerta de su casa familiar. A sus 23 años, llevaba consigo una mezcla de determinación y nerviosismo mientras se dirigía al centro de reclutamiento. La Segunda Guerra Mundial había llegado a su puerta, y Paul estaba decidido a hacer su parte por su país.
Sara, su amiga desde la infancia, estaba esperándolo cerca del carril de su casa. Con sus ojos azules y cabello castaño que caía en suaves ondas sobre sus hombros, Sara sonrió al ver a Paul acercarse. Era consciente de la gravedad de la situación, pero también sabía que estos momentos eran preciosos.
"Paul, ¿estás seguro de que quieres hacer esto?", preguntó Sara, su voz llena de preocupación.
Paul asintió, tratando de ocultar sus propios miedos. "Sara, es mi deber. No puedo quedarme de brazos cruzados mientras mi país necesita ayuda".
Los dos amigos caminaron juntos hacia el centro de reclutamiento, compartiendo palabras de ánimo y apoyo. Paul miró a Sara con una expresión más intensa de lo habitual. Finalmente, cuando llegaron al lugar, se detuvieron frente a la puerta.
"Sara, hay algo que necesito decirte antes de partir", dijo Paul, mirando directamente a los ojos de su amiga.
Sara sintió un nudo en el estómago, presintiendo la seriedad en las palabras de Paul. "¿Qué pasa, Paul?"
Paul tomó una respiración profunda antes de confesar: "Siempre he sentido algo más por ti, algo más profundo que la amistad".
Sara se quedó sin aliento por un momento, sorprendida por la revelación. Las palabras de Paul colgaron en el aire mientras el ruido de la guerra parecía acercarse.
"Yo... Paul, yo también siento algo", admitió Sara, sus mejillas ruborizándose.
Antes de que pudieran profundizar en su conversación, un oficial del ejército salió a recibir a los reclutas. El momento se rompió, pero las palabras de Paul y la mirada en los ojos de Sara quedaron suspendidas en el aire, creando una conexión que la guerra no podría romper fácilmente.
Paul se despidió de Sara con un abrazo apretado, prometiendo volver. Mientras caminaba hacia el centro de reclutamiento, se volvió para ver a Sara, quien aún lo observaba con una mirada llena de esperanza y amor.
El centro de reclutamiento resonaba con el murmullo de jóvenes que se alistaban para el servicio militar. Paul se encontró rápidamente inmerso en el papeleo y los procedimientos de inscripción, mientras Sara observaba desde la distancia, sintiendo que el tiempo se escapaba entre sus dedos.
Las despedidas fueron inevitables. Paul y Sara se encontraron una vez más antes de que él partiera hacia la base de entrenamiento militar.
"Prométeme que volverás sano y salvo", dijo Sara, sosteniendo la mano de Paul como si no quisiera dejarlo ir.
Paul la miró con determinación. "Lo prometo, Sara. Volveré para ti".
Con esas palabras, Paul se unió a la fila de reclutas que marchaban hacia un destino incierto. Sara lo observó hasta que desapareció entre la multitud. Las lágrimas amenazaron con empañar sus ojos, pero se las contuvo, decidida a mantener la fortaleza por Paul y por sí misma.
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Sueños de amor entre ruinas
RomanceEn los turbulentos días de la Segunda Guerra Mundial, el joven soldado alemán Paul se ve envuelto en un conflicto que marcará no solo la historia de su nación, sino también su destino personal. En el pueblo que deja atrás, queda su amada Sara, cuyas...