Capítulo 4 - Demonios artificiales, Pt - 3

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Habian pasado horas de lucha intensa, los demonios seguian saliendo sin parar, estime que de hecho habian mas demonios de los que deberian.

"¿No se supone que solo habian 40.000 demonios? ¡Han muerto al menos 100.000 hasta ahora!

inmediatamente le reclame a mi sistema.

[Sistema de apoyo DxD.

El sistema informo con veracidad que, cuando el sello fue puesto sobre los demonios, solo habian un total de 41.327 demonios, pero deben haber aumentado su numero, probablemente reproduciendose entre ellos, esto era algo que no se habia tomado en cuenta, porque no deberia de ser posible, sin mencionar la baja tasa de fertilidad de los demonios desde un principio...]

Supongo que ya no importa cuantos tendria que haber originalmente, habian demonios a patadas.

―¡Ddraig! ¿Hay algún ataque de área en el que me puedas ayudar? ― le pregunte a mi compañero mientras empalaba el cráneo de un Diablo

[Puedo ayudarte con ataques simples de magia, cargados de mana puro, ya que ni tocaste siquiera tus reservas mágicas, puedes durar bastantes ataques. Te enviare la información directamente a tu cerebro, relájate un momento, puede causarte jaquecas. Espero que te sirva de algo, compañero] respondió Ddraig, y a los pocos segundos una intensa corriente de información inundo mi cabeza, decenas de maneras de usar la magia neutra sin elemento para atacar.

Mientras analizaba la información, algunos diablillos me atacaron con sus láseres de magia demoniaca, pero no le hicieron muescas a mi armadura.

Cuando termine de analizar la información que me envió Ddraig, una esfera brillante de color roja comenzó a crecer en mi palma, el aire vibraba, como si estuviera cargada de poder.

Sonreí y arroje la bola de magia dragonea sobre el centro de un tumulto de diablillos, que, al chocar con el primero de ellos, estallo en una gigantesca esfera de luz roja que ilumino todo el lugar.

Fácilmente tendría unos 300 metros de circunferencia.

A los diablillos los habia calcinado, dejándolos en cenizas, mientras que los diablos quedaron gravemente heridos, y los Satanes apenas resultaron con algunas heridas no muy graves.

Aun así, estaba satisfecho con el resultado.

A mi alrededor, decenas de esas mismas esferas comenzaron a converger en el aire.

Para momentos después salir disparadas hacia los grupos de diablillos, diablos y satanes en el aire y suelo, obviamente a su distancia segura de ángeles y demonios aliados.

Mientras seguía creando y disparando esas esferas de magia dragonea, algunos Diablos intentaron interrumpir mi ataque, los mate utilizando mi True Longinus.

Aunque no fui el único lanzando ataques geniales de área, Miguel y Sirzechs me superaban con sus ataques más poderosos y destructivos.

Tomo marchaba bien, podía arrasar bastante bien a los demonios, incluso los satanes no significaban un grave problema para mí, ya que mi lanza los podía matar con una o dos estocadas.

Pero no podía marchar tan fácil, todos sentimos una presencia exageradamente abrumadora salir de la grieta en la calle.

Tenía unos dos metros de altura, con una armadura medieval vieja bien ornamentada, y una espada demoniaca en una funda de su cintura, tenía la piel roja como los demás demonios, pero a diferencia de los Satanes, esté tenía 5 pares de alas, y no era el único, otros 20 como él lo acompañan, aunque con 4 pares de alas.

―Antiguos señores demonios, los demonios artificiales de más alto rango que logramos crear... sin un amo durante tanto tiempo, no obedecerán a ningún demonio noble. ― comento Sirzechs mirando a los señores demonios.

Reencarnando en Issei Hyodo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora