Chemo ❁ HyunIn

♡ : CAPÍTULO XI

Hyunjin pasó varios días en el hospital para revisiones constantes y sus diferentes análisis, para controlar que el cáncer no apareciera y el hígado se estuviera reconstruyendo normal.

Jeongin estaba con él todo el día, se iba sólo para comer, para comprarle algún regalo tonto como flores, chocolates, o algún peluche, y también, cuando le tocaba su sesión de quimioterapia.

—¿Sabes qué se cumplen hoy? —preguntó Jeongin un día, que a Hyunjin le pareció muy al azar.

—¿Nuestro aniversario? —bromeó, porque en verdad no eran nada oficial.

—Casi —dijo Jeongin con una risa—. Hoy se cumplen tres meses desde que te conocí, Hyunjin.

Hyunjin sonrió.

—¿En serio recuerdas la fecha?

Jeongin asintió con seguridad.

—Estabas asustado... Tenía que hacerte sentir mejor—dijo, y sonrió de forma tierna.

—Sí que funcionó, Innie—dijo Hyunjin, tomó su manito para entrelazar sus dedos, sonriendo bonito.

Jeongin sonrió como tonto mientras miraba sus manos unidas, sus mejillas cada vez se pusieron más y más rosas y Hyunjin miró todo con una sonrisa boba también, le pareció hermoso y adorable.

—Sabes, Innie... Lo único bueno que puedo sacar de esto, es que te conocí—dijo Hyunjin, los ojitos color avellana de Jeongin lo miraron con alegría y ensanchó su sonrisa aún más—. Eres en serio una persona maravillosa, el chico más bueno que he conocido, el más bonito... ¿Sabes que te pienso como "Mí chico bonito"?

Jeongin rió un poco.

—Es raro... Para mí eres "El lindo gatito".

—¿Por qué? —preguntó Hyunjin con gracia.

—Porque pareces un gatito... Todo el tiempo, y es adorable y bonito y es que eres también tan tierno y... Cómo un gatito, eres un gatito—se encogió de hombros, es que no había más explicación que esa, pero era innegable su parecido.

—Okey... Es raro, no sé, no te comparo con algún animal, Jeongin.

—Soy un patito—dijo, y estiró sus gruesos labios hacia adelante, haciendo un beso.

Hyunjin rió.

—Eres el patito más lindo y besable del mundo—dijo el mayor.

—Sólo beso a mí gatito—dijo, sonriendo.

—Este gatito sólo besa a su patito.

Jeongin rió como un bebé porque el mayor había seguido su broma.

—Eres un gatito fuerte y valiente, Hyunjinnie—dijo—. ¿No has pensado que ya estás curado, nene?

Hyunjin negó.

—Es una idea muy lejana aún.

—Todas las pruebas salieron más que bien, Hyunjin, en cualquier momento te dan el alta—dijo Jeongin con una sonrisa, estaba lleno de orgullo.

—¿Y qué pasa después?

—Vienes a tener una pijamada conmigo—dijo, acunando su propio rostro.

—¿Era en serio lo de la pijamada? —Jeongin asintió —. Oh, suena bonito.

—Contigo todo es bonito.

—Te equivocas, chico bonito, contigo es bonito—replicó Hyunjin—¿Tengo que llevar algo a nuestra pijamada?

—Condones.

—¡Jeongin! —Hyunjin lo empujó y el otro comenzó a reír—¡Sabes que no, tonto! ¡No juegues, idiota!

—Me estoy burlando de tus ganas, Hyunjin—Jeongin le mostró su lengua en gesto burlón.

—¿Ganas de qué?

Jeongin se inclinó hacia un costado y pasó una mano por su trasero, dándose una nalgada a sí mismo en un gesto burlón y provocativo.

—¡Yang Jeongin! —Hyunjin estaba como un tomate, y lo que le siguió a eso fueron un montón de gritos agudos sin sentido y risas por parte del menor.