¿𝑪𝒐𝒎𝒐 𝒆𝒏 𝒎𝒆𝒏𝒐𝒔 𝒅𝒆 10 𝒔𝒆𝒈𝒖𝒏𝒅𝒐𝒔 𝒎𝒊 𝒔𝒐𝒃𝒓𝒊𝒏𝒂 𝒎𝒆 𝒑𝒖𝒆𝒅𝒆 𝒉𝒖𝒎𝒊𝒍𝒍𝒂𝒓?
-Mi mami siempre dice que para que se le quite lo amargado a mi tío, necesita que lo rellenen como pavo de navidad. Nose que significa eso, pero...
Disculpen la tardanza 😅 y prepárense para un subidón de calentura 🔥😏...
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❄️🎄
No entendía por que conseguían hacer tanto alboroto por una festividad. Adornos escarchados por un lado y por el otro, un bufet innecesariamente lleno de una punta de la mesa hacia la otra. Apenas y éramos mi hermana, mi cuñado, la tormentosa de mi sobrina, mis padres y yo, pero habían hecho comida que tranquilamente alcanzaría para los vecinos de alrededor.
Mi madre solía ser muy responsable a la hora de organizarse. Y cuando lo hacía se lo tomaba demasiado enserio. Pero en verdad, muy enserio. Y mucho más al ser la primera vez que la pasábamos en tierras latinas, en casa de mi hermana mayor.
Mi madre se ocupaba de casi todo lo que se refería a la noche buena. Como tener la casa más repletamente decorada e iluminada de nuestra cuadra, aún si así tenga mi madre que comprar metros de cascadas de luces led, el árbol más grande que se podría encontrar en las tiendas, o de esos muñecos enormes que iban tanto en el jardín como en el techo. Sí, de esos que te decían "son ahorradores", pero esperabas a fin de mes para recibir los recibos, y te terminaban duplicando lo que normalmente se gasta uno en luz. Pero aún así, mi madre siempre lo minimiza con "una vez al año, no hace daño"
Bueno, ahora eso díganselo a mi padre, quien en enero necesita de una copa de licor para recuperarse del susto al ver el total de los servicios, los cuales estaban disparados hasta el cielo.
Pero jamás le cuestionaba a mi madre, al final siempre le daba sus gustos.
La comida también era un tema alarmante. A mí me gusta mucho comer, pero mi madre siempre sobrepasaba mis límites cuando llegaba la hora de la cena navideña. Todo era delicioso cabe recalcar, pero entre el: pavo, lechón, arroz a la jardinera, arroz árabe, puré de manzana, panetón y la infaltable chocolatada. Todo eso era muchísimo que ingerir. Pero nadie podía levantarse sin al menos haber comido una buena porción.
Y pensarán que la comida se bota, pues no, ya que siempre existía un refrigerador para mantenerlo, y así nos pasáramos durante muchas semanas comiendo lo mismo.
Un modo de ahorrar, según mi madre.
Luego estaba la larga lista de los regalos. Y es que no solo era para la terremoto de mi sobrina Hana, quien es la única niña que tenemos en casa, sino que aquí hasta los mayores recibían regalos. Una tradición que mi madre lleva desde mi bisabuela.
"Nadie se queda sin regalo" decía ella.
Por lo que no era suficiente que en el trabajo nos pidieran para el amigo secreto como todo los años, con un monto mínimo que muchos no lo cumplían. Pero nadie se quejaba de eso, sólo esperaban hasta el final de la reunión, para empezar a rajar a tus espaldas. Sí, ese era mi lindo ambiente laboral.
Pero volviendo a los regalos, durante los años que empecé a trabajar en la tienda Calvin Klein, había recibido cada cosa. Desde adornos para la casa, hasta unos pantalones que no eran de mi talla, unos lentes que vinieron estropeados desde el empaque, y por último, hace sólo una semana atrás, fue una enorme polera con el logo de una banda que ni siquiera conocía. Sinceramente todo era un fracaso absoluto a la hora de recibir regalos.
