Un amor u(n)tópico [MyungMin] [8turn]

Capítulo 4: Acuerdo

No podía evitar quedarse viendolo, realmente era muy apuesto. Mientras MyungHo le contaba sobre cuando hizo alpinismo durante su viaje por las montañas, Yang MinHo no podía desviar la mirada de aquel rostro tan expresivo. Esa sonrisa tan natural y esos ojos que le recordaban a un felino eran hipnotizantes. La manera en que pasaba de un tema a otro y la forma tan orgánica de hacerlo sentir parte de la historia, casi como sí el castaño hubiera vivido la aventura junto al pelinegro. Yi MyungHo era una aglomeración de personas perfectamente armoniosa, lo era todo en un solo alguien, lo hacía reír, sonreír y llamaba su atención, era totalmente interesante y entretenido. Ruidoso, pero acogedor.

- Eres bueno escuchando, MinHo.
El contrario tomó su taza de café y dió un sorbo.

Para esto, ya iban probando alrededor de 5 bebidas, su cuerpo con cafeína tenía en alerta todos sus sentidos y quizá por eso toda esa energía acumulada la concentraba al máximo en su acompañante.

- Tú eres muy bueno contando anécdotas.
Sonrío ligeramente.

- ¿No quiere contarme algo? Puede ser cualquier cosa, sobre su matrimonio, su familia, si tiene alguna mascota, cómo se volvió tan exitoso o quizá algún plan a futuro.

Durante todo este tiempo no había dicho mucho, es cierto, no había hablado sino para expresar asombro por las hazañas de quién se encontraba frente suyo, entonces sonreía, reía y lanzaba expresiones acordes con su ánimo para reaccionar a los eventos. Había llegado el momento de su debut, su perorata personal, pero para serle aún más sincero a sí mismo, nunca le ha gustado hablar sobre su vida.

- Bueno, mi matrimonio es feliz, mi familia me llama todos los lunes y cada día de fiestas, no tengo mascotas y hago planos y maquetas que dono, subrayemos gratuitamente, al estado para edificios corporativos, hoteles, escuelas, comedores, entre otros.

Terminó.

La sonrisa del pelinegro se dibujó aún más grande que la que le había regalado cuando le sugirió hablar y entre un suspiro hondo y una ceja alzada, Yi MyungHo no pudo evitar morder su labio inferior y negar con la cabeza.

¿Había dicho algo malo? MinHo se preguntaba si es que la descripción de su vida no hubiese sido la mejor o la más creíble, aunque no le quitaba lo verás. Habían más cosas en su cabeza, muchas cosas que no le contaba a nadie, pero esas cosas que sobrepensaba no las encontraba idóneas de discutir con alguien que recién conocía, quizá en un tiempo más, quizá cuando sepa con exactitud en todos los aspectos quién es el Yi MyungHo y entonces este podría hacerlo hablar.

El personaje al que miraba chasqueo la lengua.
- Yo he hablado casi dos horas y usted en un par de minutos ha resumido su vida.
Otro suspiro salió de sus labios y volvió a dirigir la taza a su boca para beber un poco.

- Oh, bueno, soy breve.
Respondió el castaño con algo de vergüenza.

- Eso parece...
Frunció los labios con la mirada en la nada y luego se agachó a su izquierda para rebuscar en su mochila, la cuál estaba debajo de la mesa a sus pies.- Entonces dejeme hablarle sobre lo que deseo que haga para mi.

Sucedieron muchas cosas en un corto lapso, al sacar una hoja doblada a tamaño A4, el pelinegro llamó al mesero que por pedido recogió la ultima taza, limpió la mesa, trajo dos botellas de agua que dió a ambos en su mano y luego dos sánguches de pan blanco rellenos de queso, jamón, huevo, pollo, carne y mayonesa, era un gran aperitivo. MyungHo no dudó en dar un mordisco y miró al castaño esperando que este también lo hiciera.

La tenue luz del café era relajante al igual que la música que invadía el ambiente. Y entre el papel que comenzaba a desplegarse sobre la mesa, Yang MinHo ya iba dando el cuarto mordisco mientras miraba al contrario acomodando el gran plano que había creado, porque era obvio que aquellas lineas no habían sido trazadas por un profesional de la materia, pero aún así expresaban la idea y era divertido y adorable ver con cuanta devoción habian sido hechas.