-Tn se dirigía a su casa después de clases, pero en eso es detenido cerca de la entrada de la e-scuela.-
Kirisu: Alto ahí, jovencito.
Tn: Ya le dije que no recuerdo nada, sensei. Por favor, no me lastime.
Kirisu: No es sobre lo de el otro día, sino sobre tus notas.
Tn: ¿Hay algo malo?
Kirisu: No, por el momento, pero tomando en cuenta tu ocupación como... ¿qué dijiste que hacías?
Tn: Sellar espíritus.
Kirisu: Sí, sobre eso. Debo suponer que habrá algún momento en el que no podrás dar tus exámenes o te atrasarás en tareas.
Tn: Bueno, técnicamente.
Kirisu: Es por eso que pienso ayudarte.
Tn: ¿En serio?
Kirisu: En caso de que haya algún terremoto espacial, avísame y reprogramaré tu fecha de entrega de trabajos y para que resuelvas tus exámenes.
Tn: Muchas gracias, sensei. -dice haciendo una reverencia-
Kirisu: Y pensar que alguien de tu edad se terminaría involucrando en algo tan peligroso.
Tn: Se lo agradezco, sensei. Por cierto, sobre lo del beso.
Kirisu: No toques ese tema.
Tn: Okay.
Gato: Miau.
-Kirisu levanta la mirada observando a un pequeño gato sobre la rama de un árbol.-
Kirisu: Se va a caer.
Tn: Sensei, los gatos siempre caen de pie.
Kirisu: Eso es un mito. Todo depende de la raza y la edad. Además, que caigan de pie no significa que no les duela la caída. -Corre hacia el árbol justo cuando el gato se resbala, a lo que Kirisu da un salto hacia el frente logrando atrapar al gato con su mano usándola como apoyo.
Tn: ¿Está bien, sensei?
Gato: Miau. -Se retira del lugar-
Kirisu: Sí, por suerte el gatito está a sal... ughhh.