Capítulo 8: Deber Y Obligación

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Pero antes de que pudiera decir o hacer algo, el chico se distrajo con algo que vio a lo lejos. Era un grupo de personas que estaban en la playa, dando una charla sobre el medio ambiente. Eran sus compañeros de la organización a la que pertenecía. Han se puso de pie y le dijo a Min Ho:

- ¡Ven, vamos a ver! Son mis amigos. Están dando una charla sobre el cambio climático y la contaminación. Es muy interesante. ¡Te va a gustar! -le dijo él, con entusiasmo.

- ¿Qué? ¿A dónde vamos? ¿Qué charla? -le preguntó él, confundido.

- Vamos, no seas tímido. Te presentaré a mis amigos. Son muy simpáticos. Te caerán bien. -le dijo Sung, con alegría.

Y sin esperar su respuesta, lo tomó de la mano y lo arrastró hacia la playa. Min Ho no tuvo más remedio que seguirlo. Pero antes de salir de la taberna, se puso un cubrebocas, con la excusa de que se había resfriado la noche anterior. JiSung lo entendió y no le dio importancia. Lo llevó hacia la charla, donde había niños, adolescentes, jóvenes, escuchando a los amigos del chico dar la charla. Les hablaban sobre el calentamiento global, el efecto invernadero, la huella ecológica, el consumo responsable, la energía renovable, el reciclaje, la reutilización, la reducción. Les mostraban imágenes, gráficos, vídeos, que ilustraban sus palabras. Les hacían preguntas, les daban ejemplos, les contaban historias, que capturaban su atención.

Min Ho se sintió incómodo. No le gustaba estar allí. No le gustaba escuchar esas cosas. No le gustaba ver esas imágenes. No le gustaba pensar en lo que había hecho. No le gustaba sentir lo que sentía.

Pero no podía irse. No podía dejar a JiSung. No podía perderlo. No podía olvidarlo. No podía negarlo.

Así que se quedó. Se quedó y escuchó. Se quedó y vio. Se quedó y pensó. Se quedó y sintió.

Y después de la charla, hicieron juegos. Juegos para aprender jugando, para pintar, para crear, para imaginar, para divertirse, para compartir, para cooperar. Juegos para vivir, para sentir, para amar.

Y Min Ho jugó. Jugó con JiSung. Jugó con los niños. Jugó con los amigos de JiSung Jugó con todos. Jugó como nunca había jugado. Jugó como si fuera un niño. Jugó como si fuera feliz.

Y lo fue. Fue feliz. Fue feliz con Han. Fue feliz con los niños. Fue feliz con los amigos de Han. Fue feliz con todos, como nunca había sido, como si fuera un hombre, como si fuera libre.

Pero no lo era. No era libre. No era libre de su pasado. No era libre de su culpa. No era libre de su dolor.

Y recordó todo, recordó a su esposo, cómo lo conoció, cómo se enamoró, cómo lo amó, cómo lo cuidó, cómo lo hizo feliz. Recordó cómo lo perdió, cómo lo lloró, cómo lo extrañó, cómo murió, cómo sufrió, cómo lo vengó.

Recordó que murió por culpa de los activistas ambientales. Recordó que sufrió por culpa de los activistas ambientales. Recordó que lo vengó por culpa de los activistas ambientales.

Recordó que odiaba a los activistas ambientales, que los despreciaba, que los detestaba con toda su alma.

Pero Min Ho no siempre los había odiado. Hubo un tiempo en que los respetaba, e incluso admiraba. Ese tiempo fue cuando su esposo estaba vivo. Él era un hermoso profesor de lengua y literatura, y también un apasionado defensor del medio ambiente. En cambio, él era un magnate del petróleo, pero se esforzaba por hacer su negocio lo más ecológico posible, para complacer a su esposo, a su Eun Woo, a su Nunu. Se amaban y se entendían, a pesar de sus diferencias.

Pero todo cambió el día que él murió. Fue un accidente terrible, provocado por una protesta de activistas ambientales que bloquearon la carretera por donde él iba. Un auto que no respetó la señal de alto chocó contra el suyo, y Eun Woo no sobrevivió. Min Ho se volvió loco de dolor y de rabia. Culpó a los activistas por la muerte de su esposo, y juró vengarse. Deshizo todos los métodos que había implementado para cuidar el medio ambiente, y empezó a extraer, transportar y refinar el petróleo de la manera más sucia y destructiva posible. Quería hacerles pagar por lo que le habían quitado, y no le importaba nada más.

Pastelito Travieso || HyunInDonde viven las historias. Descúbrelo ahora