Capítulo 6

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"¿Roier?"

Quiero aclarar que no sé el nombre real de Roier, por eso los personajes lo llamarán por su apodo :D

Roier pov:

Estaba sosteniendo un bate de béisbol mientras caminaba lentamente con Aldo a mi izquierda y Osvaldo a mi derecha, con una sola tarea la cual nos ponía en riesgo: la comida y el agua.

No era algo que me molestara, porque al final, si muero será por intentar ayudar a todos mis amigos. Lo que me molestaba era que no importaba cuánto buscáramos, en ninguna mochila había comida, al menos habíamos encontrado 4 botellas de agua hasta ese entonces, pero nada más que eso. 

Cuando saqué el reloj que nos encontramos en una de las tantas mochilas que rebuscamos, vi que marcaba las 2:19 p.m.

―Debemos irnos. ―susurré mientras volteaba a mirar a ambos chicos que estaban atrás mío, los cuales solo asintieron con la cabeza.

Los tres estábamos caminando rápido hacia el salón donde estaban todos nuestros amigos. ¿Cómo podíamos estar tranquilos si se suponía que habían zombies? Fácil.

La tarea que tenían Iván, Rodrigo y Alex consistía en ir a la oficina del director y poner en los altavoces un audio que nos diera tiempo de cumplir con nuestra tarea.

Según Iván, el audio más largo que tenía la computadora de la oficina, era de treinta minutos. Tiempo suficiente.

Mientras regresábamos, escuché unos pasos que se hacían más fuertes a medida que avanzaba. Me quedé quieto y les hice una seña a ambos chicos para que paren, lo hicieron y los tres sacamos nuestras "armas". Osvaldo sacó un cúter que Samantha le dio, el cual estaba en uno de los cajones de la mesa del profesor; Aldo sacó una tijera demasiado grande para ser de algún escolar; finalmente, yo saqué un bate de béisbol que me dio Molly, ya que yo tenía que llevar la delantera. Estábamos listos para golpear o acuchillar a cualquier zombi que se nos acerque.

Estuvimos quietos hasta que vimos como detrás de esa pared blanca con manchas de sangre, salía un chico de cabellos castaños algo largos, con un mechón blanco en la parte de adelante y además de tener algunas cicatrices en la cara.

A nuestro parecer, no nos había visto. Ya que al salir detrás de esa pared, solo se sentó apoyando su cabeza en esta mientras respiraba agitado. Creí que estaba corriendo de los zombis y se cansó por eso.

Estaba a nada de decirle que se uniera a nosotros, pero tenía que asegurarme de una cosa.

―¿Te mordieron? ―pregunté acercándome un poco a él para observarlo mejor.

El chico, que recién notó nuestra presencia, volteó y entrecerró los ojos, escaneándome con la mirada.

―¿Cuánto llevan ahí? ―preguntó para apartar la mirada y asomar la cabeza hacia el pasillo.

―No me respondiste. ―alcé el bate para golpearlo ni bien lo vea convertirse. Lo que provocó que volteara a verme. ―¿Te mordieron? ―le volví a preguntar mirándolo fijamente a los ojos.

―No, no me mordieron. ―respondió al fin. ―Ahora baja eso y déjenme en paz.

Se levantó y estuvo a nada de irse, pero lo detuve.

No mires atrás | StreamersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora