001 : El comienzo del fin

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N O   M I R E S   A T R Á S
(streamers)

Eran las siete de la mañana, y Quackity aún no se levantaba de su cama, seguía durmiendo con todo el cabello en la cara y sudando.

-―¡Levántate cabrón! ―gritó Roier entrando a su habitación.

Al entrar había golpeado la puerta y empezó a empujar a Quackity y quitar las cobijas que lo cubrían.

-―¿Qué mierda quieres? ―se quejó.

―Ya son las siete, ¿a qué hora piensas levantarte?

―¡Idiota! ¡¿Por qué no me despertaste más temprano?! - gritó desesperado.

Quackity empezó a ponerse su uniforme, era una camiseta blanca, un pantalón color verde oscuro y un suéter también de ese color pero con una insignia de su escuela.

―¿No vas a desayunar? ―cuestionó Roier viendo como Quackity se ponía sus zapatillas.

-―No pendejo, ¿crees que tengo tiempo para desayunar? ―contestó mientras buscaba su mochila.

Ambos chicos ya listos salieron de casa corriendo a la velocidad de un rayo para llegar a tiempo a su escuela.

Habían llegado tarde, pero llegaron que eso era lo importante. Ni bien pisaron la entrada su instructor les hizo escribir su nombre para ponerles tardanza en el registro escolar.

―Ush, ¿ustedes también llegaron tarde? ―dijo Rivers con una voz agitada de tanto correr para no llegar tarde.

―No Samantha, llegamos muy temprano. ―contestó Roier sarcásticamente. Era obvio que llegaron tarde, ¿por qué preguntaba eso?

―Luego no te quejes de los puñetes que te voy a dar llegando al salón. Me refería a qué pasó para que llegaran tarde.

―Lo que pasa es que alguien de nombre Alex se levantó siete de la mañana y por su culpa salimos tarde. ―

―No lo digas como si fuera la primera vez que llegamos tarde, te recuerdo que ayer casi ni llegábamos porque andabas comprando tu almuerzo para que al final solo traigas unas papitas y una botella de agua.

―Sí, pero por tu culpa ahora tenemos 5 tardanzas este bimestre, ¿sabes cuánto tendremos en responsabilidad?

―Ash, a mi no me interesa eso, mejor ya vámonos que tampoco llegamos a clases.

Después de esa pequeña conversación, los tres chicos fueron a su salón de clase, cuando llegaron no estaba su profesora, al parecer aún no llegaba, lo cual se les hizo raro porque esa profesora siempre llegaba temprano.

―Hola chicos, ¿cómo están? ―Ari preguntó alegre.

―Estamos bien. Oye, ¿la profesora aún no llega? ―preguntó Rivers.

―No, el director vino y dijo que la primera hora era libre porque la profesora no vino por temas personales. ―dijo Mariana.

―Pues hagamos fiesta pendejos. ―exclamó Quackity mientras en su mente agradecía que se salvaron de la regañada que le daría su profesora por la tardanza.

―Oye Juan, ¿hiciste la tarea de Matemáticas? ―cuestionó Roier.

―Sí la hice, pero acordamos de que me pagas o no te doy nada. ―respondió Juan

―Pinche cabrón mierda, nunca me dijiste eso, ¿cuánto quieres? ―insultó Roier mientras sacaba dinero de su bolsillo.

―10 pesos.

―Estás pendejo, ¿10 pesos por una tarea? ―exclamó Roier frustrado.

―Pues sí, la tarea estaba complicada.

―¿Qué tarea? ―preguntó Aldo

―Que te importa pendejo. ―respondió.

―Roier se despertó de malas o que pedo, ¿Alex, que le hiciste? ―preguntó Aldo mientras reía.

―No sé que le pasa, el cabrón también me levantó a empujones. ―dijo Quackity mientras miraba a Roier.

―Para empezar, te levanté porque porque ya eran siete de la mañana y tú seguías durmiendo. ―Roier argumentó.

―Nah amigo, ¿qué hiciste en la noche para levantarte tarde? ―cuestinó Carre

―Ni le preguntés que el pelotudo va a decir que nosotros somos unos sapos. ―se burló Spreen entre risas.

―Cállense, son unos pendejos todos ustedes, sobre todo tú. ―Quackity señaló a Roier.

―¿Yo qué, cabrón? ―le gritó Roier a Quackity.

Y estuvieron conversando, discutiendo y riendo entre ellos por toda la primera hora.

Después de el rato libre, llegó la segunda hora. Ese día, les tocaba con un profesor algo mayor de edad, pero muy bueno en Inglés. Aunque era el mismo que Quackity y Rivers odiaban.

El profesor había entrado saludando a los alumnos con la lista de estudiantes en la mano listo para llamarlos a cada uno por asistencia.

Ya le había pasado lista a catorce de veinte alumnos.

―Samantha Rivera. ―llamó el profesor esperando la respuesta de la alumna nombrada.

―Presen... ―Rivers había sido interrumpida por unos gritos que provenían de afuera del salón.

Los gritos eran de un chico, eran gritos de dolor. Era horrorizante todo lo que escuchaban, pero las cosas empeoraron cuando vieron una mancha de sangre en la ventana de su salón que daba al pasillo.

Todos salieron a ver qué era lo que pasaba, los ojos de todos se abrieron como platos al ver como un chico le mordía el cuello a otro. Era una escena muy sangrienta.

El chico se levantó y miró a Aldo, no dudó y corrió hacía él, lanzándose e intentando morderlo lo cual no logró gracias a que Mariana había lo había quitado de encima.

―Espera, ¿es un zombie?... ―pensó Quackity viendo como el chico lo miraba fijamente y corría a donde él estaba.

Quackity se quedó congelado, no tenía la capacidad de moverse por ese momento. El zombie estaba a poco centímetros de él, pero su profesor le había tirado una silla al "mounstro", lo que provocó que este cayera al suelo.

Todos desesperados empezaron a correr y a salir del salón mientras gritaban. El grupo ya afuera empezaró a correr sin saber a donde ir, solo escapaban de esas cosas.

Habían subido hasta el 6to piso, llegando a un salón vacío, Juan inmediatamente cerró la puerta del salón con llave para que nadie entrara. Todo era tan confuso, de la nada aparecían esas criaturas raras que mordían a cualquiera que se les cruzaba.

―¿Qué mierda acaba de pasar? ―preguntó Rivers angustiada.

No mires atrás | StreamersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora