En los últimos nueve meses, los padres de Clemensia estaban dispuestos a buscarle un buen marido, con estatus alto, familia adinera e importante en el Capitolio. Como de costumbre, Clemensia rogaba a sus padres esperar a que termine sus estudios para poder casarse, a lo que sus padres siempre se negaban.
-Escuchenme por una maldita vez, no me casaré hasta acabar la universidad!-
Dijo la pelinegra enfurecida.
-Tener marido no afectara tus estudios Clemen, además, todas las chicas de tu generación ya están comprometidas-
Dijo su madre tratando de calmarla.
-Y porque quieren que me case ahora? Porque no pueden esperar un poco más?-
Cuestionó Clemensia molesta.
-Porque ya tenemos quien sera tu marido!-
Grito su padre molesto, cosa que asustaba a Clemensia.
-Así que mas te vale dejar todo este drama si no quieres problemas-
Dijo su padre dando una bofetada a Clemensia, haciendo que esta llorara.
Clemensia solo salio corriendo a su cuerto,sintiendo las lágrimas recorre sus mejillas.
A la mañana siguiente, la madre de Clemensia la levanto muy apurada.
-Clemen, despierta, se te hara tarde-
Dijo madre acariciando la mejilla de Clemensia con delicadeza.
-Que ocurre mamá? Se supone que hoy es mi día de descanso-
Dijo La pelinegra sentándose en la cama.
-Cariño, hoy nos visitará tu futuro esposo y su familia-
Dijo su madre con emoción, haciendo que Clemensia colocara una cara de disgusto.
-Vamos cariño, levantate, prepárate, y sal a dar la mejor impresión-
Dijo su madre para luego salir de la habitación.
Clemensia, con muy pocos ánimos se levantó de su cama, buscando un atuendo formal y lindo, al final, se decidió por un vestido negro con encaje plata.
Escucho como tocaban su puerta, la abrio y miro a su madre, la cual tenia una sonrisa y mirada llenas de orgullo.
-Te ves hermosa mi vida-
Dijo su madre dando un beso a la mejilla de la chica.
-Ven vamos a esperar en la sala-
Dijo su madre tomando la mano de Clemensia.
Algunos minutos pasaron, cuando escucharon el timbre sonar, los padres se Clemensia se dirigieron a abrir la puerta, Clemensia se coloco de pie, mirando a una señora ya mayor entrar, y atras de esa señora entro el, Coriolanus, esos mismos ojos azules, ese cabello ondulando, era el. Clemensia no pudo evitar sentir un par de lágrimas en sus ojos, pero pronto sus pensamientos fueron interrumpidos, por la mano extendida de la abuela de Coryo.
-Un gusto, Elise Snow-
Dijo la mujer extendiendo su mano.
-El gusto es mio, Clemensia Dovecote-
Dijo tomando la mano de la señora Snow formando un apretón de manos, Luego miro a Coryo acercarse a ella.
-Un gusto, Coriolanus Snow-
Dijo extendiendo su mano.
-Clemensia... Dovecote-
Dijo nerviosa tomando la mano de Coriolanus con delicadeza.
Entonces, los padres de Clemensia y la abuela de Coriolanus empezaron a hablar sobre todos los preparativos de la boda, la luna de miel, la casa y el futuro de ambos.
-Entonces la boda esta programada para la próxima semana, es así?-
Pregunto la madre de Clemensia emocionada.
-Si no se cruza ningún imprevisto, la bosa sera en una semana-
Dijo la abuela de Coriolanus cerrando su libreta.
Y así, se empezaron todos los preparativos para la boda.
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𝐶𝑜𝑙𝑑☼︎
Random"Entonces porque jugamos a estar bien?" Que hubiera ocurrido si, Clemensia y Snow hubieran terminado en un matrimonio arreglado sin salida? TW: -Agresión física -Lenguaje inapropiado.