Prologo

308 35 1
                                    

La gran ciudad Q de los SMP era hermosa, pero para aquel híbrido cordero de tan solo 16 años lo veía como su única salida mientras su mano derecha abrazaba la barriga levemente abultada y la izquierda aferrada a su única maleta. Aun recordaba lo que su padre y padrastro le dijeron...

—¿Enserio? bueno si es tu decisión, lo aceptamos. El hermano de tu padrastro te puede acoger en su casa, así estarás lejos de aquí, y mas seguros.— y los brazos de su padrastro ElQuackity le enredo en un abrazo que luego su padre jschlatt se unió, un abrazo que protegía la barriga del menor.

A lo lejos observo a un hombre parecido a su padrastro, el cual lo saludo y guió hasta su humilde casa. No era la gran cosa, y ni se comparaba con la de sus padres, pero era todo lo que tenía ahora por culpa de su inmadurez.

Se instaló en la pequeña habitación extra que tenía y se encargaron los dos de sacar la ropa y ponerla en el armario y gaveteros. Durante ese transcurso, Tubbo pudo conocer más de el, hasta llegar a un grado donde le tuvo la confianza para contarle exactamente todo lo que le guió hasta ese punto. Rápidamente recibió el apoyo del hermano de su padrastro, quien juró cuidarlo y protegerlo.

Con los días, Tubbo se inscribió en clases virtuales para terminar sus estudios, así como busco algún buen médico para que lo revisaran durante todo el embarazo. Una palabra difícil de mencionar para Tubbo, y que sobretodo lo avergonzaba, la gente lo miraba mal o hablaba de él como lo peor. No era su culpa del todo, Tommy era parte de ese problema, pero ese problema que era un pequeño error se volvería pronto una vida, vida que el cuidaría y amaría como su padrastro lo hizo con el.

El tiempo fue pasando hasta que llegó el día que la pequeña niña nació, era idéntica a Tubbo. Todos sus cercanos fueron, inclusive el padre del chico que lo dejó así. Cuando la emoción se calmó, la pequeña por fin recibió nombre, Sunny SideUp.

Así como los meses pasaron para su nacimiento, así mismo pasaron los años, con la pequeña cada vez más grande. Tubbo se logró graduar del bachiller y rápidamente tomó la carrera de ingeniería. Quizás iba a ser complicado con su niña, pero si queria darle una buena vida el mismo y no aprovecharse de su tio, pues le tocaba trabajar. Al principio fue difícil llevar entre sus manos la paternidad, los estudios de ingeniería, y el trabajo que tenía, pero al final logró comprar (con la ayuda de sus padres) un apartamento cerca del centro del lugar.

Cuando se mudó, conoció a varios vecinos muy buenos y que le brindaron su mano por si algún día necesitaban ayuda. Aún recuerda cuando se encontró por accidente a la "madre" adoptiva de su padrastro. Y así hay más casos, como el del antiguo asistente de su padrastro, el cual se había casado y ahora tenía una familia, disfuncional pero era una familia. Tubbo no le molestaba la idea de formar una familia, pero seamos realistas, tenía una hija, nadie lo aceptaría junto a la niña, y si no la querían a ella, entonces el tampoco lo iba a querer. Asique el hibrido ya tenía en mente que nunca podría tener una relación seria.

Con el tiempo pasando, Tubbo maduro a su temprana edad para criar a Sunny. La cual tuvo una vida muy buena, su papá siempre se sacrificaba para que ella tuviera lo mejor de lo mejor. Al cumplir los 4 años, la pequeña Sunny gozaba del amor de su padre solo para ella, aunque últimamente veía a su papá muy alegre y saliendo mucho.

Pero ahora en el presente, Sunny bajo corriendo las escaleras del apartamento para encontrarse con su papá que apenas entraba a la casa. Su niñero, Fit, le acompañó hasta la entrada para saludar a su padre y luego despedirse.

—Sunny, ¿Podemos hablar? Papá quiere darte unas buenas noticias— su papá le sonrió y guió hasta el sofá del hogar, la pequeña tomó su mano y se acomodó en el asiento.

—¿Que es?— pregunto la pequeña.

—Papi conoció a alguien, y... bueno, ya no seremos solo tú y yo— intento explicarle a su pequeña las cosas.

—¿Ya no soy la única de papá?— pregunto mientras se acerca más a su padre para abrazarle.

—Siempre serás mi única pequeña. Es solo que.... Fred es tan... es el amor de mi vida. Pero eso no significa que tú no lo seas también, ambos están compartiendo mi corazón— hablo dándole muchos mimos a la pequeña que ahora le abrazaba.

—¿Compartir?— dudo y fue respondida con un asentamiento de cabeza por parte de su papá, esta miró hacia abajo y se levantó del sofá para mirar nuevamente a Tubbo— ¡A MI NO ME GUSTA COMPARTIR!

Única en el corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora