Getting h1gh. [Quackbur/two Shots]

Maybe a little sex

Smut.
Boytits.
Boypussy.
Creampie.
Dirty talk.
Wilbur top! Quackity bottom!

Ambos chicos estaban en la habitación de Quackity, pasando el rato, jugando videojuegos y haciendo cosas de adolescentes. Luego de un rato, ambos se aburrieron y fue entonces donde el más joven decidió sacar una cajita que se encontraba debajo de su cama.

—¿Qué haces Quackity?
Wilbur lo observó con curiosidad y algo de gracia.

—Vamos a divertirnos un rato, ¿quieres?
Le tendió una bolsa de marihuana que había sacado de la caja.

—Por supuesto que quiero.
Tomó la bolsa con los porros y sacó uno para luego encenderlo y darle una calada.

Luego, Quackity se lo quitó y le dió una gran calada. A medida que expulsaba el humo de sus pulmones, sentía el efecto de la droga recorrer poco a poco su cuerpo.

Rápidamente la habitación se había inundado de humo y del olor de la marihuana, ambos sentían todo a gran medida y a veces se reían por cosas sin sentido. Era el tercer porro y ambos ya habían perdido por completo la cordura, estaban muy cerca uno del otro hasta que Quackity se animó a decir algo más atrevido.

—Te reto a que grabes un vídeo tuyo mientras
   te tocas.
Estaba bromeando, eso era seguro pero Wilbur se lo tomó como un reto a muerte.

—Bien. Dame tu teléfono, el mío ya no tiene
   batería.
Quackity en un principio se sorprendió y sintió un cosquilleo recorrer rápidamente todo su cuerpo.

—No eres capaz.
Le dió su teléfono mientras una risa retadora se formaba en su rostro.

—Claro que sí.
Wilbur tomó el teléfono y comenzó a grabar un video de sí mismo.
—Hola a todos, soy Wilbur. Solo les mostraré      lo que más amo.
Soltó una risa tonta y luego comenzó a acariciar lentamente su entrepierna, haciendo que poco a poco se endurezca. Tal vez era por la marihuana, tal vez era porque Quackity se veía jodidamente caliente en ese momento, no lo sabía con exactitud pero su pene se había levantado más rápido de lo normal. Quackity apreciaba aquella escena con asombro y con gracia, pues le pareció divertido que Wilbur realmente se estuviera grabando a si mismo.

Poco a poco, Wilbur sacó su pene de su ropa interior, dejándolo completamente a la vista y, Dios, Quackity podía jurar que era el pene más grande que había visto en su vida. Sentía que la boca se le hacía agua y las manos le picaban por la tentación de tocar ese gordo pene erecto. Jamás pensó que su mejor amigo tuviera semejante... compañero.
Mientras, Wilbur seguía con su trabajo, bombeaba su pene de manera más rápida ahora, se sentía muy cerca de su liberación.
Quackity miraba esto con deseo, con tentación y antes de que Wilbur pudiera terminar, se acercó y tomó aquél pene entre sus manitos.

Wilbur se sorprendió, mas no rechazó el tacto del más bajito. Soltó un jadeo ronco y miró a Quackity.

—Qué desesperado eres, niño.
Quitó el gorrito del menor y tomó algunos mechones de su cabello.
—Chúpala, sé que quieres hacerlo, niño
   bonito.
Jamás pensó en hablarle así a su mejor amigo, jamás pensó en estar en esta situación, pero son cosas de la vida y el destino los trajo hasta aquí, ¿no?

Quackity simplemente se dejó a sus impulsos y en un movimiento ágil se posicionó enfrente de Wilbur, preparado para chuparle la polla.
El menor abrió su boquita y dejó que callera un poco de su saliva en el pene erecto de Wilbur, luego la masajeó y comenzó a meterlo en su boca, trazando pequeños círculos en la punta con su lengua. Podía sentir como aquél pene estaba demasiado profundo dentro de su garganta y ni siquiera había entrado toda.

—Joder, sí.
Wilbur gimió, su voz llena de excitación. Sus manos aún agarrando pequeños mechones e impulsando los movimientos del más pequeño.
—Tienes un talento natural para esto, Quacks.
Su voz era grave y llena de deseo, eso le encantaba a Quackity.

—Chúpala como si tú vida dependiera de ello.
   Hazlo como la perra que eres, Quackity.
Wilbur comenzó con los movimientos bruscos, impulsando la cabeza de Quackity aún más contra su polla, literalmente, le estaba follando la boca.
—Mierda... voy a correrme ahora, Quacks.  
   Trágatelo todo y te follaré como tanto
   quieres.
Dió un par de estocadas más y se corrió en gran cantidad dentro de esa boquita de labios rosados. Quackity hacía su mayor intento para no dejar ni una gota de la semilla de Wilbur, sus ojitos lagrimeaban y su coñito estaba empapado con tan sólo esa mamada.