Wilbur y su mejor amigo Quackity dr0gándos3 juntos. ¿Que podría salir mal?
(Contenido NSFW) Si no te gusta este contenido, no lo leas y evita malos comentarios.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Y dentro de poco tiempo, aquél castaño que se hacía llamar sólo su “mejor amigo”, tenía dos dedos dentro del azabache, curvandose y tocando casa punto de placer en ese apretado coño. Para Quackity no fue sorpresa alguna que Wilbur fuese tan malditamente bueno con los dedos, Dios, si con esto estaba a punto de correrse, no quería imaginarse cuando tuviera aquella gorda y larga polla dentro de él.
— Me arrepiento tanto de no haber hecho esto desde antes, Quackity. Dijo Wilbur, agregando un dedo más al interior del azabache, comenzando a simular embestidas.
Y así pasaron al menos una media hora, Wilbur torturaba a Quackity, deteniendo sus movimientos cuando el menor se acercaba a su tan ansiado orgasmo.
>.<
Gemidos, jadeos y palabras picantes resonaban por toda la habitación en sincronía con el sonido de sus pieles al chocar. Ahí estaba Quackity, recostado en la cama con el trasero alzado y su pecho pegado al colchón, siendo embestido fuertemente por Wilbur, mientras éste mismo le daba un par de azotes.
— Te gusta, lo sé. Lo disfrutas tanto como la puta necesitada que eres. Jadeó Wilbur, su voz ronca y llena de deseo lograba excitar a Quackity aún más de lo que ya estaba.
— ¿Quieres más, Quackity? Preguntó el castaño con su voz profunda y jadeante, sus manos firmes agarrando las caderas de su ‘amigo’.
— ¡Sí, por favor! Respondió Quackity, sus ojitos brillando con ansias, su estómago revuelto y sus sentidos alterados por la gran cantidad de marihuana que habían fumado.
— Entonces procura no perderte, porque esto apenas comienza, mocoso. Advirtió Wilbur, aumentando el ritmo de sus embestidas y dejando escapar un gruñido de satisfacción.
— ¡Ah, mierda!... Gemía y lloriqueaba el más pequeño, sus palabras entrecortadas por el placer abrumador que sentía. Quackity se perdía entre las sensaciones, sintiendo un cosquilleo en su vientre y sus manos. — Eres tan jodidamente bueno en esto... Añadió entre gemidos, sintiendo como con cada embestida su interior palpitaba y se apretaba alrededor de Wilbur, podía sentir como esa polla tan malditamente grande tocaba el punto exacto para hacerlo gritar del placer como nunca antes.
— Y tú... tan deliciosamente receptivo. Susurró Wilbur, sus movimientos cada vez más frenéticos, el sudor lo empapaba y los gemidos tan dulces de Quackity lo motivaban a seguir.
Ninguno de los dos era conciente de lo que realmente estaban haciendo, o tal vez sí. Quackity sólo podía pensar en lo bien que se sentía con Wilbur dentro suyo, llenándolo con su gorda polla y próximamente con su semen espeso. Sentía cada embestida como una probada de cielo que lo acercaba cada vez más al éxtasis.
Por un momento, Wilbur sacó su polla, recibiendo una queja por parte del más pequeño. — ¿Uhm-? ¿Qué haces? Aún no he terminado. Quackity volteó a ver qué había sucedido con Wilbur y en cuestión de segundos, Wilbur lo agarró fuertemente y le dió la vuelta, alzando sus piernas y volviendo a introducir su polla dentro del azabache.
Sus piernas se cerraron instintivamente ante la intrusión repentina de Wilbur, arqueando su espalda y apretando las caderas del castaño.
— Mierda, abre bien las piernas o será más difícil, Quackity.
— ¡Ah~! P-perdón... El menor intentaba ocultar su carita de alguna manera, tapándose con su brazo para que Wilbur no pudiera mirar sus gestos, sintiéndose avergonzado.
— ¿Qué crees que haces, niñato? Deja de cubrirte. Retiró bruscamente su brazo y lo posicionó arriba de la cabeza de Quacks, junto a su otro brazo. Una embestida fuerte resonó por la habitación y la carita de Quackity se contrajo de placer, sus ojitos lagrimeaban y un fuerte gemido salió de su boquita.
— Así me gustas más. Quiero ver cómo te retuerces del placer. Rápidamente, las embestidas aumentaron cada vez más, llenando a Quackity más que antes.
— ¡Ah~! ¡M-más fuerte, Wil! Tan pronto como el castaño escuchó su súplica, no dudó en cumplirla.
— Puta sucia, me estás rogando que te folle como a un animal.
Un gruñido escapó de su garganta.
— ¡Sí~! por favor, tu pequeña zorra quiere que te la folles muy fuerte, por favor~ Quackity estaba prácticamente llorando del placer, soltando suspiros y quejidos mezclados con fuertes gemidos.
🐢
h
ola de nuevo, ns q decirles. Perdón por fallarles tanto, no sé que pasa conmigo, ok.
Que creen? Le robaron el cel a mi bro 🫠
BUE, los quiero, muchas gracias por todo su apoyo, no saben cuánto los amo a cada uno de ustedes.