𝘛𝘩𝘦 𝘊𝘰𝘧𝘧𝘪𝘯 𝘰𝘧 𝘈𝘯𝘥𝘺 𝘢𝘯𝘥 𝘓𝘦𝘺𝘭𝘦𝘺. 𝘍𝘦𝘮!𝘳𝘦𝘢𝘥𝘦𝘳

•Episodio 7•

[Episodio medio largo]
•★•
Reader esperaba acostada en el sofá a que los hermanos terminarán su ritual. Ella no estaba nada interesada en eso.

Quería estar lo más lejos posible de cualquier contacto con otro demonio.

Empezaba a aburrirse. Hasta que, la puerta que daba al sótano se abrió. Mostrando a un Andrew con los ojos llorosos.

Él miró hacia la chica la cual se levantó y se acercó a él lentamente. Él chico se abalanzó a abrazarla sin querer soltarla.

Ella lo miraba curiosa y confundida, sin entender nada. Aceptó el abrazó y con una de sus manos empezó a acariciar el cabello azabache del chico tratando de tranquilizarlo.

—¿Qué sucede?—

—...Ellos...Al parecer seguían vivos... Pero Ashley los asesinó...—

—¿Seguían vivos? ¿No se supone que el demonio les tenía que quitar el alma?—

—Sí. Pero, seguían respirando y sus corazones latían—

—Pues...eh...Lo siento—

Realmente no le importaba. Para Reader solo eran una distracción, un estorbo. Como Ashley, tenía que deshacerse de ella.

—Todavia tenemos que deshacernos de los cuerpos. No quiero quedarme más tiempo solo con Ashley. ¿Puedes acompañarme?—

—Eh. Vale—

Ambos se separaron un poco. La ojimorado le limpió las lágrimas y le dio un pequeño beso en la frente.
Los dos bajaron. Viendo los cuerpos en la ducha. Ahí también estaba Ashley.

Reader y Andrew se acercaron.

—Bien...nosotros empezaremos a cortar. Tú guía la sangre hacia el desagüe—

—Te entiendo. Pillado—

Ashley encendió la cabeza de la ducha. El agua empezó a inundar donde ellos estaban.

—¡Oye! ¡Espera, detente! ¡Inundaras todo!.

—¡¿Qué mierda?!—

—El drenaje está atascado. Y la tapa está atornillada. ¡Dios! Necesito un destornillador—

La ojimorado empezó a buscar un destornillador. Lo encontró fácilmente. Luego se lo entrego al ojiverde.

—¿Cómo haremos para desatacar eso?—

—Necesito bicarbonato y vinagre para echar un poco.

—Entendido. Iré yo por ellos.

Ashley se fue dejándolos solos. Algo raro ya que ella no hace eso.

Andrew siguió cortando los cuerpos. De repente sintió como lo tomaban por los hombros. Levantó la mirada topándose con esos ojos purpura tan llamativos.

—¿Te ayudó?—

—No. Lo haré sólo. Prefiero que no te manches de sangre—

—Vale. Una pregunta—

—Dime—

—¿Tú querías esto?—

Él se quedó callado. Algo sorprendido por la pregunta. Iba a responder hasta que la azabache volvió. Reader se alejó un poco del chico. Empezó a mirar con atención como ambos Graves discutían tratando de desatascar el drenaje.