el deseo de otros

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Tu y Miguel, han estado casados por más de veinte años y en esos años tuvieron a briella, su hija de quince años

Un día briella llegó a casa con un chico, se llamaba Antoni, desde el primer momento a ti no te agrado el chico y más porque siempre buscaba maneras de estar muy cerca de tu hija pero siempre Miguel te recordaba que ustedes eran mucho peores en la adolescencia así que no le tomabas mucha importancia, en cambio Miguel no le importo mucho el chico la verdad, solo no quería que le hiciera daño a briella

Pasaron algunos meses y Antoni iba más seguido a la casa, se quedaba a comer, te ayudaba con la cena,al igual que fregaba los platos con el pasar de esos meses viste que el chico no era tan malo así que dejaste de ser tan dura con el, eso a Miguel le agrado un poco y briella salto de la emoción cuando vio que iba mejorando las cosas
Así fue pasando algunos días más, el chico ayudaba, se quedaba un buen rato con briella y luego se iba, no era un mal chico porque ya conocías a su madre por algunas reuniones del consejo de padres del instituto de los chicos, asi que no era algo desconocido para ti o Miguel porque ya lo habían visto varias veces en el vecindario o inclusive en el supermercado

Era de noche, tu y Miguel estaban en la sala viendo una película, estaban acurrucados tanto así que te empezaste a mover, así aprovechando que briella ni estaba en casa, claro que Miguel nunca se negaría a ti pero ya cuando estaban en la parte que se quitaban la ropa, escucharon como se abría y cerraba la puerta de un portazo

Se miraron entre si, sin saber que es lo que pasaba, te ibas a levantar pero briella entro en la sala llorando a mares, Miguel se preocupo por lo que le estaba pasando a briella y tú te la levantaste del sillón, abrazaste a briella mientras ella lloraba en tu pecho escondiendo así su cara llena de lágrimas

-linda....dime que fue lo que pasó....- le preguntaste a briella mientras acariciabas su cabello

-es que....yo...-no pudo ni siquiera terminar la frase por lloro más fuerte, Miguel se había levantado del sillón, se acercó a ustedes con un vaso de agua para briella la cual ella agarro y tomo rápidamente, luego le regreso el vaso a Miguel y siguió llorando mientras te abrazaba
Tratabas de consolarla pero no podías, briella lloraba y lloraba sin parar, pero sin previo aviso paro cuando Miguel le dió un vaso de leche con azúcar para que pudiera calmarse un poco, entonces en un movimiento rápido ella se sentó en el sillón hipnotizada por el vaso que tenía en sus manos, tras unos minutos de comer algunas cucharadas, mientras que tú y Miguel veían a briella comer como si no acabará de llorar hasta casi tirarse en el suelo.

Briella acabo de comer, dejo el vaso en la pequeña mesa al frente suyo, los miro a los dos y suspiro un poco

-ahora ya que estás más tranquila, vas a decirnos porque regresaste como si te fueras encontrado con unos malandros y te hubieran robado la bolsa del clap?- hablo Miguel con una ceja alzada mientras veía a briella, claro casi sueltas una pequeña risa ante el comentario de tu esposo pero te contuviste para no hacer sentir mal a briella.

Briella miro hacia un lado, luego hacia el otro como si intentará evadirlos a los dos, pero no tenía opción, y no quería guardarles ningún secreto.

-para ser precisos me terminaron sin explicación alguna- dijo directamente briella, sin ningún rodeo o ponerlo a la larga.

-ok, yo no sirvo para esto, lo único que diré....le metiste un coñazo?

-por dios papá!, como le voy a pegar un coñazo

-pero si lo coñazeaste o no!- exclamó Miguel esperando que briella allá dicho que si golpeó al chico-

-no, no lo hice- briella dijo casi susurrando las palabras, Miguel levanto las cejas y parpadeo tres veces-

-sabia que tenía que meterte en clases de boxeo pero claro tu madre no me dejó.

my love for you is infinite  {Miguel o'hara x tu}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora