𝐒𝐨𝐥𝐞𝐝𝐚𝐝 𝐦𝐮𝐝𝐚

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En la profundidad de mí mente, veo la oscuridad.

Intento seguir, pero no es más que un paso más hacia la pérdida de mi propia sanidad.

Pierdo la cordura, cada vez más.

El dolor se encarna y se vuelve una obra teatral.
Un circo del cual no soy  más que una vulgar marioneta, confinada en este lugar que repite sin cesar, ser mi hogar.

No tengo temor en expresar esta emoción que envenena cada vez más mi corazón.

No quiero perder a mi amor por huir del dolor  que me provoca su ceguera y su falta de razón.

Quiero estar libre de tantas voces que rodena las paredes de mi ser
Pues me hacen someter a un juicio injusto e inmoral.

¿Quienes son siquiera para atreverse a juzgar esta pobre alma quebrantada por la adversidad.

Nadie me escucha.

Me vuelvo invisible ante sus vistas

Nadie me entiende, mi inicio refugio es mi mente.

Mis sueños, mis dibujos, mis escritos...
Un reflejo de libertad que se desvanece cada vez más, dejándome horrorizada al ver que esto no es más que una ilusión que pronto se irá y me dejará sola en este lugar, una vez más.

Mi única y constante pesadilla es volver abrir los ojos, cada mañana, para encontrar nuevamente que lo que huyo desde infante, no ha dejado de perseguirme y quizás nunca lo hará.

¿Seré cobarde por huir del verdadero destino, cuando este mismo es la causa de mi propia pérdida?

Derramo una lágrima, una y otra vez, gotas de lluvia que atraviesan mi piel  como cuchillas afiladas, en mi fétido cuerpo de mortal indigno de su mirada.

Lo último que se pierde es la esperanza, la esperanza de dejar algún día de respirar.

 𝐂𝐨𝐧𝐬𝐭𝐞𝐥𝐚𝐜𝐢𝐨𝐧𝐞𝐬 𝐝𝐞𝐥 𝐚𝐥𝐦𝐚.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora