El camino a la grandeza

Capítulo 1 Se acabó?

Capítulo 1: Eres una Basura

Juwei cerró el libro, dejando escapar un suspiro al final de un día agotador. A la luz tenue de su habitación, reflexionó sobre su vida y sus aspiraciones.

"Debo estudiar más, conseguir un buen trabajo. Así podré aliviar la carga de papá, cuidar de mamá y, finalmente, cambiar nuestras vidas", murmuró para sí mismo con determinación visible en sus ojos dorados ocultos por su largo pelo negro.

La noche cayó sobre él mientras trazaba planes para el futuro. Se levantaría temprano, a las 5:30 a.m., para enfrentar el nuevo día.

Después de levantarse y vestirse con unas zapatillas, un pantalón y un chándal deportivo, Juwei se preparó el desayuno y luego dejó hecho el desayuno para su padre, una tarea que se había convertido en un acto diario de cuidado y amor. Rápidamente, dispuso los alimentos en la mesa, consciente de que cada momento contaba.

Con el reloj marcando las 6:00 a.m., después de haber terminado su desayuno y dejado todo listo en casa, Juwei salió a correr. La ciudad aún dormía mientras él atravesaba las calles, con su mente enfocada en el porvenir.

Al llegar a casa tras su ejercicio rutinario, Juwei se encaminó a darse una ducha reparadora, una especie de ritual que le permitía liberar tensiones y relajar su mente.

Después de la ducha, con el reloj marcando las 7:15 a.m., Juwei salió de su hogar para enfrentar el siguiente paso de su rutina: tomar dos trenes que lo conducirían a la Universidad NexusTech. La mañana avanzaba con cada paso, y Juwei se sumió en la corriente matutina de personas que, como él, se dirigían hacia sus destinos diarios.

El bullicio de la ciudad cobraba vida a su alrededor. Rostros desconocidos se cruzaban en su camino, cada uno llevando consigo sus propias historias y aspiraciones. Juwei se mezcló en la masa, un estudiante más en busca de conocimiento y un futuro mejor.

Las estaciones de tren resonaban con el murmullo de la mañana, y Juwei, con su mente enfocada en las lecciones por venir, abordó los trenes que lo llevarían hacia el mundo académico de NexusTech. Mientras los vagones avanzaban por los rieles, Juwei se sumió en sus pensamientos, considerando diversas maneras de conseguir dinero para ayudar a su familia y aliviar las cargas que pesaban sobre sus hombros.

Como si hubiera sido una teleportación instantánea, Juwei había llegado a su destino, la animada ciudad de Lumaria, a las 8 en punto. Se embarcó en su caminata rutinaria hacia la Universidad NexusTech, donde llegaría a las 8:10 a.m.

Llegando a su aula, justo antes que tocara el timbre que marcaba el inicio de las clases procedió a sentarse silenciosamente en su asiento pasando desapercibido para sus compañeros.

En la universidad, Juwei mantenía una vida discreta. Vestía ropa holgada para ocultar su físico bien tonificado, y su pelo negro le caía sobre sus ojos dorados, contribuyendo a su imagen reservada. Su asiento, estratégicamente ubicado en la esquina izquierda más alejada al lado de una ventana, añadía un toque adicional de aislamiento. La reputación de Juwei lo envolvía como un velo, creando una barrera que lo separaba del resto de compañeros.

Para Juwei las clases eran una motivación diaria, y se le pasaban volando, como siempre hacia cuando tocaba el timbre que indicaba el tiempo de recreo, se levanto de su asiento y comenzó su camino dirigiéndose a la azotea, la cual era su oasis de tranquilidad en medio del caos universitario. Allí, disfrutaría de su merienda mientras contemplaba la ciudad desde las alturas, ajeno a las etiquetas y miradas curiosas que lo rodeaban.

Cabe recalcar que aunque no era muy sociable, no era por intención propia, sino que debido a su apariencia lo habían etiquetado como otaku y los compañeros no querian asociarse con el y estaba consciente de que en su universidad habían tres bellezas que eran el foco de atención.