ruinas.
Jardines llenos de vida, una vívida variedad de flores regadas por el lugar con un extenuante hedor frutal. El lugar en sí es una maravilla por donde quiera que se vea pero lo más notorio es él, un hombre de cabello rosáceo con características tinturas en la mayor parte de su cuerpo. Líneas circundantes que forman aros en las extremidades del ser, ¿ cuál es la actividad que realiza ?
— ¿ terminó ? — cuestión incierta, resopla mientras alza un pequeño recipiente hondo del cual bebe un brebaje que por ahora es desconocido. — no quisiera alargar algo como esto, no aquí, por supuesto. Haha. — sonríe o más bien ríe con la última frase dicha. —
— no tienes porque preocuparte ryomen, ya se han rendido. Deberías alegrarte por conseguir algo tan valioso como " eso ". — sentencia con los orbes perdidos en la nada, ve el horizonte tan insostenible. Se nota el fuego avivarse por las maderas de las casas. —
— tráelo junto a su madre, será de ayuda averiguar el secreto de la magia gravitatoria. — corrige su postura a una más apacible. Su sonrisa desaparece con el volver a beber del líquido dentro del objeto. —
— a la orden. — limpia su lugar de descanso, agarra la silla por los bordes para levantarse y hacer levemente hacia atrás la madera. Hizo una leve reverencia para marcharse encaminado con su objetivo dictaminado. —
" ¿ que fue lo qué pasó ? " la mayoría de pobladores se hacen esa pregunta, ronda en su cabeza la duda del ' por qué ' el cómo fue qué pasó la conquista o el por qué de la misma. Se contesta con una síntesis conversada entre dos soldados de infantería.
— ¿ era tan importante tomar este fortín ? — cuestiona a su compañero, aún recuerda lo que se les dijo antes del asedio. —
— no es un fortín. — contestó. — es una de las ramificaciones del reino oeste ¿ Sabes a quién pertenece a ese reino ? Le pertenece a Satoru Gojo, miembro de la familia real Gojo. — explica mientras señala una pintura en los muros del castillo en ruinas. — Ellos custodiaban o protegían este "fortín". Algo debían tener para que los gojo estuvieran involucrados en estos lares. — sigue con su teoría mientras se lleva la mano derecho al mentón el cual toma solo con tres dedos - indice, corazón y pulgar - mirando su alrededor. — sabes, si tuviera que apostar el por qué de la conquista daría todo a que se debe ah algo relacionado con la magia de la familia real de este lugar.
— ¿ crees que se deba a eso ? — se cuestiona más así mismo que al contrario. — es lo más lógico, ese hombre es excéntrico pero no un tonto cuando se trata de conquistar. — una afirmativa al aire mientras observa como el mariscal se acercaba a los adentros del palacio. —
-
dentro del palacio real se encontraban los pocos supervivientes de las múltiples oleadas de ataque de la infantería y artillería enemiga, el ejército maldito fue desbastador e inclemente a la hora de atacar. Inmisericorde con cualquiera que se interponga o resista al mandato del káiser. Y el resultado es evidente, el poblado se redujo a tan sólo cuarenta y siete supervivientes entre ellos los cuatro miembros de la realeza.
— yuuji itadori y kaori itadori. — nombró en alto los nombres requeridos por el káiser, el mariscal visualiza ambos susodichos. — el káiser desea verlos, acompáñenme por favor. —
— no. — respondió con firmeza la mujer. — declinamos la oferta. — inquiere mientras abraza a su hijo con todas sus fuerzas. —
— no es una oferta. — contesta mirándoles. — es una orden.
— decidimos rechazar esa orden. — argumenta. —
— fu .. — un resoplo de cansancio resonó en la sala, no es buen momento para una escena de resiliencia. — traigan al anciano. —
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heia.
Fantasyla magnificencia de lo bello, todo puesto para que un hermoso amanecer postergue su ocaso. el umbral de lo intangible, los reinos en conflicto constante. La historia del cómo los plebeyos conectan con los jerarcas de los reinos, un bello pa...