¿Un bebé?

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Era un día como cualquier otro en el ministerio. Copia estaba en su oficina, las ghoulletes estaban en su pequeño escondite, los ghouls estaban dispersos por todo el lugar, algunos en su habitación, unos en la cocina y otros en el exterior.
Rain había salido a caminar por los alrededores del lugar, la tarde tenía un ambiente fresco y eso relajaba al carismático ghoul. Su caminata transcurría con normalidad hasta que su tranquilidad fue interrumpida con un ruido proveniente de quién sabe dónde. Luego de investigar por un par de minutos, buscando la fuente de aquel ruido Rain finalmente dió con el causante de todo. Un bebé

-Ho-hola, ¿que hace una cosita como tú en estos lugares tan solitarios?- exclamó Rain mientras tomaba al pequeño ser entre sus brazos cuidando de no rasguñarlo con sus garras

El pequeño bebé dejó de llorar cuando Rain lo tomó en brazos. La diminuta criatura mostró un semblante que reflejaba curiosidad mientras extendía sus bracitos intentando tocar la máscara de Rain, extrañamente no parecía tenerle miedo a aquel ghoul.

-¿Y ahora que hago contigo? No puedo dejarte aquí- dijo Rain mientras pensaba -Espero no arrepentirme de lo que voy a hacer

...

Sodo estaba en la entrada del gran portón del ministerio fumando un cigarrillo. Estaba tan inmerso en el humo de aquel tabaco que no notó cuando Rain llegó, tomándolo por sorpresa y causando que el más bajo comenzara a toser por casi ahogarse con la humareda de su pequeño tesoro.

-¡Idiota! casi me matas de un susto- reclamó el más bajo

-L-lo siento Sodo, pero ¿podrías apagar eso? por favor- dijo refiriéndose al cigarrillo que Sodo sostenía en sus dedos.

-¿Desde cuando te molesta el humo Rain?- cuestionó a su amigo

-No es por mi...o quizá si...s-si es por mi, detesto como huele eso- repitió el ghoul a su amigo de larga cabellera

-Mientes, siempre lo hago incluso cuando tú estás cerca y jamás te había molestado- el pequeño demonio posó su atención en el bulto que llevaba Rain entre sus brazos y que guardaba con recelo -¿Qué llevas ahí?

-Nada importante- contestó Rain

-Si no es importante entonces déjame ver que es- pidió Sodo acercándose a su amigo intentando ver que era lo que custodiaba en sus brazos

-Te digo que no es nada. Ahora muévete, tengo que ir a mi habitación- Rain intentó rodear a Sodo, pero este ultimo era ágil y se lo impidió posándose en la entrada -Te dije que salgas de mi camino Sodo.

-Maldita sea Rain, es obvio que ocultas algo. Nadie actúa así cuando lleva algo que es inofensivo- apeló el más bajo intentando descubrir lo que su amigo llevaba -Ahora déjame ver que carajos llevas ahí.

-No es de tu incumbencia- exclamó Rain subiendo un poco el tono de su voz

-Lo es cuando parece que estás intentando traficar algún muerto dentro del ministerio- Sodo también alzó la voz, luciendo realmente molesto

Ante el evidente escándalo el pequeño bulto que Rain cargaba comenzó a hacer ruidos, primero un leve jadeo y después unos suaves sollozos para explotar en un ruidoso llanto. Fue entonces cuando Sodo aprovechó el descuido de su amigo y quitó la manta que cubría aquel cuerpo, rebelando a la pequeña criaturita.

-¡¿Un bebé?!- gritó Sodo casi en estado de shock

-Cállate, lo asustas- dijo Rain mientras le cubría la boca a su amigo

-¿Estabas embarazado?- cuestionó Sodo mirando atónito a su amigo

-No idiota, ¿acaso ves que tenga cola o cuernos? no es mio, es humano- Rain comenzó a mecer sus brazos como un intento de calmar al pequeño individuo, acción que luego de unos segundos surtió efecto logrando calmar de nuevo al bebé

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⏰ Última actualización: Jan 08 ⏰

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Crónicas del ministerio (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora