Aquí está la segunda historia mas votada y pedida, prontamente iré subiendo las demás, la primera es corta... así que esperan más con esta.
Freen Sarocha Chankimha siempre había sido una mujer que tenía las cosas bien en claro. A sus 35 años había conseguido prácticamente todo a lo que aspiraba en su vida. Estaba casada con un hombre importante ubicado en una buena posición social, Kachen Sodpho, que tenía 10 años más que ella y era ministro de economía. Eso la colocaba a ella en un lugar de importancia y la hacía codearse con las personalidades más importantes de la ciudad, e incluso del país. Sus padres estaban orgullosos de ella, pues era lo que siempre habían deseado para su única hija. Su madre se había encargado de presentarle al que sería su futuro esposo en una gala benéfica y poco interesaba si estaba enamorada o no. Le habían enseñado desde pequeña la importancia que tenía guardar las apariencias, y eso significaba que no importaba lo horrible que te sintieras, siempre había que mostrar una sonrisa y fingir que tu vida era perfecta. Y eso era algo en lo que Freen era especialista.
La morena sabía que pasaba algo, después de cuatro años de matrimonio conocía muy bien a Kachen Sodpho como para saber que le estaba mintiendo. Llevaba varias semanas llegando tarde a casa y poniendo como excusa el trabajo, pero cuando se metía en la cama apestaba a alcohol. Sabía que seguramente su marido la engañaba y se acostaba con cualquiera, con dinero podía pagar a la mujer que quisiera. Pero eso no era lo que le importaba a Freen, lo que ella quería evitar era un escándalo público que pudiera poner en peligro su imagen y su status social. Había tenido que trabajar mucho para llegar a donde estaba como para que ahora unas juergas nocturnas arruinaran su vida.
Estaba dispuesta a descubrir en qué andaba su marido, así que esa noche, en vez de quedarse en la cama, tomó su coche y siguió a Kachen Sodpho. Vivían en las afueras de la ciudad y fue un largo recorrido hasta llegar al centro. Había tenido que dejar a la pequeña Belove en casa con la niñera. No era su hija, era fruto del matrimonio anterior de su marido, pero cuando su madre murió, Freen había sustituido esa figura materna que necesitaba la niña y la quería como si fuera de su propia sangre.
Finalmente, el coche paró, la morena con cautela hizo lo mismo un poco más atrás fijándose que no pudieran verla. Se quedó esperando hasta que vio salir a su marido y meterse en un local. Desde donde estaba no podía leer bien, así que esperó unos segundos, se puso sus lentes oscuras y salió del auto. Caminó hasta quedar en frente de un enorme letrero luminoso que decía "The Black and Pink", que informaba que se trataba de un lugar de strippers. Freen negó con su cabeza, ¿Cómo era capaz de arriesgarse a ser visto en un lugar como este?
Decidió ir dentro y descubrir exactamente lo que se dedicaba a hacer Kachen Sodpho, aunque ya lo tenía bien en claro. Estaba a punto de atravesar la puerta cuando un enorme hombre la paró en seco -Perdone señora, pero es una fiesta privada, no puede pasar- habló en un tono serio y autoritario.
Freen levantó sus cejas, mirándolo como si fuera un ser de un nivel mucho más inferior que ella –¿Perdone, pero no sabe con quién está hablando? Soy la esposa del ministro de economía, sino me deja pasar sólo tengo que hacer una llamada para hacer que cierren este piojoso antro-
El hombre la miró durante unos segundos, hasta que finalmente se hizo a un lado dejándola pasar. La morena sonrió victoriosa y entró al local, nada más poner un pie ahí un olor a alcohol y mugre le llegó. Tapó su nariz poniendo cara de asco, y miró a todos lados, por suerte con el abrigo y las gafas de sol dudaba que la reconocieran. Nunca había estado en un tugurio como esos, la música estaba fuerte, no había mucha gente, pero reconoció a varios hombres que trabajaban con su marido y otros cuantos con poder político que siempre salían en la prensa. Había pocas mujeres en el lugar así que debía ser cautelosa. Todos miraban atentamente a una tarima donde bailaban varias strippers así que no se fijarían en ella, se sentó en una mesa apartada. Se le acercó una camarera y pidió un refresco light.
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The Stripper
FanfictionFreen Sarocha está casada con uno de los hombres más influyentes del país, pero cuando su marido empieza a perder el interés en ella, busca ayuda de alguien con quien nunca imaginó tratar, una stripper. La historia no es mía si no de FinerFeelings...