Becky llegó a la casa del cliente, se notaba de lejos que era alguien con mucho dinero. Tocó a la puerta bastante nerviosa y le abrió una sirvienta, la siguió hasta una sala muy amplia que tenía una especie de escenario y le dijo que esperara ahí hasta la llegada del señor. La pelirroja observó su alrededor, no había mucha decoración y al estar situada a las afueras de la ciudad seguramente se trataba de una "casa de fin de semana". Estaba casi segura de que su cliente tendría una familia, pero utilizaba ese lugar para actividades clandestinas.
-¿Un trago?-
Se sobresaltó al escuchar una voz detrás de ella, se dio la vuelta y vio a un hombre, debía tener unos 60 años y alargaba el brazo ofreciéndole una copa –No, gracias, no bebo mientras trabajo, he venido a hacer mi show e irme-
-Pero preciosa, ¿Qué prisa tienes? - dio un sorbo del whisky que le ofrecía antes.
-Tengo otras cosas que hacer...- se estaba sintiendo incómoda y todavía llevaba la ropa puesta.
El hombre no borraba la sonrisa de su rostro, se acercó a un equipo de música y le dio play, luego caminó hacia un sofá que estaba frente al escenario y se sentó –Vale, comienza-
Becky suspiró y se quitó el abrigo que llevaba, debajo traía uno de sus pequeños trajes, no era uno especial. Subió a la pequeña tarima y comenzó a bailar al ritmo de la música mientras se iba quitando las prendas de ropa. Intentaba no mirarlo mucho. En un momento se dio la vuelta para mover sus caderas y antes de darle tiempo a girarse de nuevo sintió cómo alguien la tomaba por detrás. La stripper apartó al hombre con un movimiento brusco.
-Sólo vine a hacer un striptease, a nada más- dijo furiosa.
-Si te acuestas conmigo puedo pagarte mucho-
-No, gracias, ¿Puedo irme ya? - tenía miedo de que la cosa fuera a más.
-No, termina, todavía no te has quitado todo- la sonrisa del hombre había desaparecido y ahora la miraba con una expresión seria y dura.
Becky sentía unas ganas horribles de llorar y salir corriendo, pero tenía que terminar. Siguió bailando, sintiéndose muy incómoda ante la mirada atenta del señor. Cuando por fin se quedó desnuda bajó del escenario buscando su ropa. Pero apenas había bajado y el hombre la tomó por las muñecas y la llevó al sofá bruscamente.
-¡Suéltame imbécil!- la pelirroja se zarandeaba con fuerza intentando quitárselo de encima pero no lo conseguía. Movió su rodilla hacia arriba golpeándolo en la entrepierna y consiguiendo liberarse de su trampa.
Becky corrió cogiendo sus cosas y poniéndose el abrigo sobre su cuerpo desnudo, cuando estaba casi en la puerta de salida vio cómo el hombre la alcanzaba, pero por suerte la empleada que le había abierto la puerta estaba delante, así que el señor tuvo que pararse en seco. La pelirroja aprovechó la oportunidad para abrir la puerta y correr hacia su coche. Las lágrimas recorrían su rostro mientras su corazón estaba a punto de salirse de su pecho. Había sido una de las peores experiencias de su vida.
-Señor Billy- la criada habló con cautela, su jefe seguía mirando la puerta por donde acababa de salir su invitada. Estaba acostumbrada a tener ese tipo de visitas en la casa, pero sabía que debía permanecer callada si no quería ser despedida –¿Querrá tomar un té antes de dormir?-
-No Magda, voy a seguir con el whisky, me acostaré tarde, si mañana llama mi esposa dile que sigo reunido- dicho esto caminó hacia la sala.
Freen daba vueltas en la cama, se dormía durante unos minutos y se volvía a despertar. Cada vez que cerraba los ojos veía cómo decenas de hombres tocaban a Becky durante sus actuaciones, se estaba volviendo loca de celos. Miró la hora, eran las 3, se levantó con cuidado y bajó a la cocina para beber un vaso de agua, a la vuelta decidió pasarse por el cuarto de la pelirroja, con suerte habría llegado.
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The Stripper
FanfictionFreen Sarocha está casada con uno de los hombres más influyentes del país, pero cuando su marido empieza a perder el interés en ella, busca ayuda de alguien con quien nunca imaginó tratar, una stripper. La historia no es mía si no de FinerFeelings...