ꜰᴀʟʟ ɪɴ ʟᴏᴠᴇ ᴀɢᴀɪɴ - (𝐸𝒹𝒾𝒸𝒾ó𝓃 𝒷𝑜𝓇𝓇𝒶𝒹𝑜𝓇) - 2yeon/Najeong

𝘾𝙖𝙥í𝙩𝙪𝙡𝙤 1

Habían sido unos meses agotadores para Nayeon. Empezar con el proyecto de Twice, adaptarse a vivir con sus nuevas compañeras, y entre otras cosas, intentar declararse a su mejor amiga. Esto último siendo lo más tedioso de todo, porque por más que le habían dicho que actuara rápido, Jeongyeon no se lo ponía nada fácil.

Hasta se le había hecho más fácil aceptar su sexualidad. Porque efectivamente, había estado enamorada de un chico, pero su atracción era más dirigida a las mujeres que a cualquier otro género y aprendió que eso estaba bien, a pesar de lo complicado que era ser así en su país, no era algo que había elegido y tampoco era algo tan malo como los estereotipos con los que había crecido lo pintaban.

Lo que no estaba bien eran los planes fallidos de indirectas que le daba a su mejor amiga.

Había comenzado con pequeños acercamientos, como aprovechar los momentos en los que estaban solas para jugar peligrosamente cerca, a tal punto de estar cercanas a besarse, pero todas las veces que lo hizo, Jeongyeon terminaba corriéndose.

Así que decidió pasar a lo verbal, repitiéndole una y otra vez lo mucho que la quería, terminando aún peor, porque la chica inocente no paraba de repetir que también la quiere mucho, como amiga, rompiendo aún más sus ilusiones..

Como última herramienta, utilizó las cámaras a su favor para comportarse más coqueta con ella, pero como estamos hablando de Jeongyeon, lo tomaba como fan service.

Hasta ese momento había pensado que era mera inocencia, pero tras meses de fracasar, comenzaba a pensar que los sentimientos no eran correspondidos, o peor, que los sentimientos estaban dirigidos a alguien más: Mina, otra de las integrantes del proyecto, la chica por la cual sentía que ese último tiempo la estaban reemplazando. Lo negaría ante cualquiera, pero en realidad le molestaba mucho, los celos eran algo que verdaderamente no podía controlar.

Y aún así, a pesar de que sentía que tenía la batalla prácticamente perdida, decidió tomar un paso arriesgado, el último, con el que pondría todo en juego y con el cual se retiraría si llegaba a fallar.

(...)

Era una de esas veces en las que ambas se encontraban solas, terminaron jugando y haciendo estupideces, de esas que a Jeongyeon le encantaba hacer cuando estaban a solas. Nayeon pensó cuidadosamente y decidió que confesarse directamente quizás no era lo más óptimo, quizás algo que funcionaría mejor, era lo práctico.

—¿Ya has besado a alguna mujer?

Un silencio recorrió la habitación y se sintió cómo la temperatura empezaba a bajar.

—...Sí, pero la verdad era muy pequeña. Casi ni recuerdo cómo se sentía, solo sé que fue maravilloso—Pausó por unos momentos. El alma le volvió al cuerpo a Nayeon, eso significa que no ha besado a Mina, aún.— ¿A qué viene esta pregunta?

Otro silencio.

La adrenalina en Nayeon estaba creciendo, su plan estaba yendo mejor de lo que esperaba, directo a donde quería llegar.

—Creo que también me gustan las chicas—Confesó.— Pero me gustaría besar a alguna para confirmar mis sospechas.

A penas la menor escuchó esas palabras comenzó a tener un mar de emociones en su interior, reflejándose también en su exterior, puesto que se sonrojó fuertemente y pasó de estar acurrucada en la cama con su cara cerca a la de la mayor a mirar al techo, esperando que eso la calmara, de todas formas que le gusten las chicas no significaba que le gustara ella.

—Así mismo reaccioné yo cuando me di cuenta— Rió tratando de romper el hielo, pero no resultó, Jeongyeon todavía estaba procesando la situación, así que la mayor decidió dar el último paso:—¿Podrías darme el permiso de besarte? Sé que puede sonar un poco raro, pero eres la única chica cercana que conozco con experiencia al respecto.—Pidió tímidamente, con voz temblorosa. Esto puso aún más nerviosa a la pelicorta. No podía creer que realmente estuviera pasando, hasta parecía un sueño. ¿Quien le garantizaría que esto no era más que un producto de otra de sus fantasías con su mejor amiga?

Por otro lado, como la chica se mantuvo en silencio mirando al techo, Nayeon lo consideró como un no y decidió irse, despidiéndose de una vez por todas de su gran sueño de poder ser algo más que su amiga. —Olvídalo, no quería incomodarte.—Comenzó a retirarse de la cama de su amiga.— De todas formas creo que Sana también tenía curiosidad. Quizás pueda pedírselo a ella.— Pero como aún valoraba su amistad de años, intentó salvarla a costa de su propio dolor.—Perdóname, Jeongie, no debí mencionarlo.

Y cuando estaba a punto de levantarse de la cama, la menor tomó su mano para que no lo hiciera. Por el tacto Nayeon volvió a mirarla, un poco roja, viendo cómo lentamente su amiga se acercaba a ella.

—No me molestaría poder ayudarte —Dijo casi en susurro tomando gentilmente la mejilla de su amiga con la mano libre que tenía para darle un beso lento.

Los nervios y la timidez eran transmitidos a través de ese pequeño intercambio físico, pero algo era innegable: ambas se sentían en el paraíso, como si estuvieran volando, deseando que ese momento durara para siempre.

Nayeon había esperado ese momento tanto tiempo, que a pesar de haberse separado luego de ese corto beso, volvió a acercarse rápidamente a su amiga antes de que su oportunidad para besarla otra vez se fuera.

Esta vez el beso fue más prolongado, con un poco de más confianza y premura que la primera vez, a su vez manteniendo esa timidez, tratando de reconocer el lugar que la otra nunca había tenido oportunidad de explorar con precisión. Como era de esperarse, ese beso terminó derivando en otro más y otro en continuación del anterior y otro más, aprovechando el momento hasta que la agitación tuvo que separarlas sin más.

Cuando esto ocurrió, se encontraban un poco desorientadas, rojas y demasiado avergonzadas para mirarse a la cara, por haber logrado lo que tanto anhelaban. Como era de esperarse, la mayor fue la primera en poder describir sus sentimientos en palabras.

—Definitivamente, me gustan las mujeres.

Fue lo último que dijo la chica antes de salir de la habitación dejando con un montón de dudas en la cabeza de Jeongyeon. La principal era "¿Por qué continuó besándome?"