Capitulo 2: Vecinos Inesperados

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José Ron y Lucero intentaron llevar vidas independientes en el mismo edificio, pero el destino tenía otros planes. Sus departamentos, separados por solo unos pasillos, los convertían en vecinos más cercanos de lo que hubieran deseado.

Los primeros días transcurrieron con evasivas cuidadosas. José evitaba los momentos en que coincidían en el ascensor, mientras que Lucero elegía horarios estratégicos para evitar encuentros incómodos. Sin embargo, la proximidad constante parecía conspirar en su contra.

Un día, al regresar del trabajo, José se cruzó con Lucero en el pasillo. Intentó parecer ocupado revisando su correo, pero sus miradas se encontraron por un instante. No podían negar la conexión ineludible, aunque seguían sin comprenderla.

En otro encuentro casual, ambos compartieron el ascensor. Las miradas de soslayo y la incomodidad flotaban en el aire. Sin decir una palabra, cada uno se percató de que el pasado estaba presente, pesando sobre sus interacciones presentes.

Las puertas del ascensor se abrieron en sus respectivos pisos, y se alejaron en direcciones opuestas, aliviados por el escape momentáneo de la tensión. Aunque intentaron mantenerse distantes, el destino parecía empeñado en entrelazar sus vidas de una manera que ninguno de los dos podría prever.

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