El gran mundo fantástico

Capitulo 2: El Bosque Sagrado

Ande durante horas y horas y no veía el maldito lago de las narices. Estaba nervioso y cada vez había más árboles y se dificultaba el camino que seguía y empezaba a tener hambre, asta que al fin pude llegar al lago.

-Ah... Ha a descansar- dije mientras me sentaba en una roca.

Miré a mi alrededor y me fije que había un pequeño muelle con una pequeña barca, bueno al menos es algo para continuar sin que tenga que rodear el lago, ahora lo puedo atravesar sin problemas.

-Ay... Que tranquilo se esta en este sitio, no estaría mal si no tuviera hambre.

Escuche unos fuertes pasos que se dirijan asta donde estaba yo, reaccione rápidamente escondiéndome en la barca. Estaba asustado no sabia que hacer, aun teniendo la espada para defenderme no podía desenvainarla por el miedo que sentía. Espere, seguí esperando asta que los pasos se alejaron.

-¿Que es lo que habrá pasado por aquí?

Me levante de la barca y miré al suelo horrorizado, ante mi había unas pisadas enormes, parecían de un oso, pero uno de un tamaño gigantesco. Cogí los remos y me dirigí lo más rápido que pude fuera de esa orilla.
Reme esta llegar a una pequeña isla la cual parecía estar situada en el centro del lago.

-Voy a descansar aquí un poco y luego sigo.

En la pequeña isla había un árbol. Me acerque para ver si había alguna fruta y en efecto si que había frutas pero tenía una forma algo rara, parecían cerebros solo que mucho menos carnosos, cogí una para comerla, pero dude.

-Cómela y entenderás todo joven héroe.

-¿Quien anda hay?- pregunté asustado.

Pero no vi a nadie. Decidí hacer le caso a esa voz de mujer y me la comí. Estaba muy buena y bastaba con una para saciar mi hambre.

-Bueno a ponerse en marcha.- dije mientras me subía a la barca rápidamente y asustado por lo que había pasado.

Llegue a la otra orilla y saque el mapa y me fije que había letras las cuales podía leer perfectamente (antes lo único que veía eran símbolos los cuales no entendía, llegue a la conclusión de que podrían ser letras pero como no las entendía lo deje pasar), ahora podía leer lo que ponía, había cruzado el Lago Entendimiento y me dirigía a la Roca Histórica. Me levante y me dirigí hacia allí, tarde unas dos horas en llegar.

-Por fin he llegado.

Me senté en una roca para descansar y mire la roca más alta de la zona y la mire detalladamente. Había algo dibujado, más que un dibujo era una historia en si, y en lo alto de la roca había una espada. Parecía una espada muy valiosa ya que el mango de a espada era de oro con distintas gemas incrustadas. Decidí proseguir pero antes de nada escuche un ruido. Me escondí directamente detrás de una roca, empecé a oír pisadas "Alguien se acerca" pensé. Me asome y vi a la criatura, podría ser aquel oso al cual vi las huellas en la playa. Era de cinco metros y tenía un montón de cicatrices en el cuerpo, en la nariz tenía una cicatriz la cual le impedía respirar bien por ella, y era blanco como la nieve.

-Sal de donde estés humano.-dijo el oso.

-A-acaba de hablar-susurre-. Como puede hablar es imposible

Desenvainé la espada despacio pero el miedo me podía y me impedía moverme, sólo podía quedarme ahí escondido temblando de miedo.

-Sal ahora si quieres vivir.

No sabía que hacer, estaba tan asustado que no me podía mover, pero le hecho valor y salí.

-A-Aquí me t-tienes.- dije mientras temblaba.

-Suelta la espada.-dijo con un tono de superioridad.

La solté, estaba muy asustado así que sólo podía hacerle caso.

-Vamos haber lo primero ve y coge la espada. Si la sacas de la piedra te dejaré vivir y otra cosa mas, pero si no morirás.

-¿V-vale p-pero c-como subo hay a-arriba?

-Súbete a mi espalda.

Asentí con la cabeza y me subí a su espalda, él me levanto asta arriba y me dispuse a sacar la espada pero me quede paralizado otra vez. "¿Y sino lo consigo?" Es lo único que tenía en la cabeza pero respiré hondo y me relajé cogí la empuñadura y las saque con todas mis fuerzas, la espada cedió y me eche atrás lo cual hizo que el oso amortiguase mi caída. No me lo creía lo había conseguido.

-Muy bien pasaste la prueba, mi señor.-dijo el oso

-¿C-como me acabas de llamar?

-Pues lo que eres, mi amo, mi señor como mas le plazca que le llamen y que se a convertido en el señor de estas tierras, El Bosque Sagrado.