AZULADO [BOKUAKA]

CAPÍTULO ÚNICO

La brisa sobre mi rostro me imposibilitaba el poder deambular por las calles de la ciudad con los ojos completamente abiertos.

"Hoy se cumple un año".

Ese pensamiento me invadió por tercera vez en el día. Son apenas las 10:00 de la mañana y llevo despierto tan sólo 30 minutos.

"Fue ese fatídico día".

Lo sé y no pienso asimilarlo. No aún. No solo.

• • •

-¿Sabes qué es lo que más me gusta de ti, Kei?

-Házmelo saber, Kou.

-Tus ojos. ¡no! Tu sonrisa. ¡sí, es tu sonrisa!

Yo río en respuesta y tu cara cambia a una de completa admiración.

-No, es tu risa.

Te beso en los labios y hago que nuestra caminata por las estrechas pero bien iluminadas calles de nuestra ciudad continúe.

Nos amamos y eso es lo único que importa hoy y siempre.

• • •

-¿Lo de siempre?

-No. Hoy quiero una malteada de algodón de azúcar.

La mesera me mira con atención y asombro. Sólo me queda regresarle la mirada y, sin agregar ni una palabra más, se retira con mi orden.

No soy consiente de cuánto tiempo trasncurre en realidad pero, considerando que es un establecimiento que se caracteriza por su eficiencia, no fueron más de 5 minutos.

-Gracias.

-¿Desea algo más?

-No, eso será todo. Gracias -ella se retira tras asentir y sonreír. Yo tomo entre mis dedos aquel vaso de vidrio y, tras aceptar que seré yo el que ingiera aquella bebida llena de calorías, pronuncio:- a tu salud.

• • •

-¡No lo puedo creer!

-¿Qué cosa?

-¡Tiene un malvavisco en forma de oso en la crema batida!

Confirmo lo que me has dicho y, tras sorprenderme, asiento.

-Deberás comerlo con cuidado. No querrás que ese oso te rasguñe.

Tú ríes y yo sonrío en respuesta.

-Kei, amor, no me puede herir mientras estés tú conmigo. Nada me herirá.

• • •

-Eres el mayor mentiroso del mundo, ¿o no?

-Eso no lo creo.

No es necesario que gire ni un milímetro mi rostro para saber quién es la persona que me ha respondido. Sólo una persona en el mundo tendría el valor de decirme algo semejante el día de hoy.