Era uno de los primeros dias de invierno. Como siempre en mi casa resonaban los gritos que siempre me hacian despertar.
Baje las estrechas escaleras de mi sucia y asquerosa casa. Bajo estaba, como no mi padre; borracho como siempre, en la cocina gritando.
-No es demasiado temprano para ti de volver.- Le dije con un tono de desprecio sirviendome un vaso de leche.
-CALLATE DESGRACIADO.- Me grito -¿¡Y tu donde vas tan pronto?!.- Me dijo con su voz de borracho asqueroso.
-A un sitio.- Le respondí yo despues de beberme la leche de un trago.
Sin decir palabra subi a la habitacion me vestí coji mi skate y le di un beso en la frente a mi hermana Jenifer que ahun estaba dormida.
Cerre la puerta detras de mi me abroché la chaqueta y me puse los auriculares conecte la musica y empece a patinar.
Como todos los dias fui al cementerio a visitar a mama.
Desde que murio en aquel accidente ni mi hermana ni yo eramos los mismos teniamos que trabajar el doble por culpa de aquel desgraciado al que teniamos que llamar papa.
Despues de visitar a mama fui como siempre a aquel bar en el que trabajaba Marta mi amor desde la infancia.
-Buenos dias Marta- le dije tartamudeando como todos los dias
-¡Hola Jake!- me dijo sonriendo con un tono alegre
Como siempre me sente en la mesa que mas cerca estaba de ella con mi donut y mi batido.
Me puse centrado en mi movil para ver todas mis redes sociales.
Cuando de repente alguien me llamo. Era mi hermana. Me dijo que necesitaba que fuera a casa.
Por el tono que tenia asustado y los gritos que se oian de fondo sabia que algo no iba muy bien. Me acabe el donut de un bocado y me despedi de Marta.
Apresurado empece a patinar mas rapido que nunca.
Mi hermana era lo que mas queria en este mundo y no permitiria jamas que le pasase nada. De repente en un cruce escuche un estruendo y un pitido. Senti un fuerte golpe en la cabeza y no escuche nada mas que gritos y un fuerte pitido.
Se me empezaron a cerrar los ojos cada vez mas hasta que no veia nada.
