Noah.

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"¿De veras tengo que venir a este lugar?"

04/02/024, domingo.

Noah tenía 15 años, era una chica con el pelo bastante corto y teñido de rojo. Su vida desde fuera parecía muy buena, tenía bastantes amigos, sacaba buenas notas y vivía con sus padres, bueno, hasta hace poco. Sus padres habían decidido ir de viaje unos meses a recorrer diferentes lugares y sus abuelos habían ido a su casa para cuidarla. La habían apuntado a un psicólogo porque su tutora les sugirió que, ya que iban a estar tanto tiempo fuera, le vendría bien tener apoyo a parte del de sus abuelos.
Llegó su turno de entrar a la consulta, era su primera sesión. De la sala salió una chica de unos venti pocos años, tenía un largo cabello agarrado en un moño dejando solo su flequillo suelto. Tenía el pelo de un tono marrón claro y los ojos de un tono verdoso, llevaba un suéter de cuello alto ya que estaban en una época de frío. Noah se sorprendió al verla, pensaba que sería una persona muy diferente, con un aura más grisácea, pero ella transmitía tranquilidad.

-¡Debes ser Noah! Pasa por favor.- le dijo la chica con una sonrisa.

Noah entró detrás de ella, la sala tenía ventanas grandes y estaba decorada de forma minimalista pero bonita.

-Toma asiento y comenzamos, ¿está bien?- Noah asintió mientras la chica tomaba asiento y ella hacía lo mismo al otro lado del escritorio- Mi nombre es Silvia, espero que nos llevemos bien.

-Encantada- dijo con una leve sonrisa, ella no quería estar ahí, pero no por ello trataría mal a la contraria.

Al ser la primera sesión no duró mucho, estuvieron allí media hora, respondiendo las preguntas que Silvia le hacía. Al terminar, fuera estaba el abuelo de Noah que pasaba a buscarla para ir a tomar un helado.

-Ha estado muy bien Noah, nos vemos la semana que viene- dijo sonriendo, Noah se limitó a sonreír y despedirse con la mano.

Ella y su abuelo tomaron un helado en una heladería cercana. Ellos no hablaban cuando estaban juntos, estaban en un silencio cómodo, su abuelo la hacía estar contenta sin hacer nada, con él sentía que el mundo estaba mejor, le ocurría desde pequeña.
Llegaron a casa y su abuela la recibió con un abrazo y un beso en la mejilla. Le había preparado un mini brownie casero, era su merienda favorita y ella lo sabía. Se lo comió con gusto y después de dar las gracias a su abuela subió a su cuarto.
Noah puso su playlist escuchándola en sus cascos y comenzó a hacer dibujos. Al día siguiente tenía clase, el día anterior había estado estudiando así que ahora podía hacer lo que quisiera.
Estuvo dibujando hasta que su abuela la llamó para cenar, ella no tenía mucha hambre, pero bajó y se comió lo que su abuela había preparado. Después se acostó y puso su alarma antes de caer en un profundo sueño.

* ೃೀ

Es mi primera historia, perdón si está raro escrito💔😞

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