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Luego del catastrófico primer
receso fueron en dirección al salón
para la segunda clase que sería la
de ciencias sociales aunque por lo
que Hoseok le había dicho al parecer
tendrían la hora libre ya que la
profesora Nayeon había faltado,
una buena noticia para él, ciencias
no era uno de sus cursos favoritos
junto con otros dos más. Al llegar
al salón descubrieron que habían
algunos grupos de chicos y chicas
charlando entre ellos mientras
que casi la mitad del salón no se
encontraba ahí, tal vez perdidos
en alguna parte del colegio
aprovechando la hora libre.

Se sentaron en sus sitios y Hoseok
se concentró en su celular mientras
él hacía un muro con sus brazos
descansando su cabeza sobre el
pupitre dispuesto a dormir durante
toda la hora, sin embargo en el
momento en el que sus ojos se
cerraron una canción sonó muy
cerca de él, un bajo sonido de
alguien tarareando, la melodia
contribuyendo a su idea de
disfrutar de una paz indescriptible
en medio del gran bullicio que era
el salón en esos momentos, pronto
sintió que solo era él y ese bajo
murmullo que generaba música.

Y con eso siendo lo último que
escuchó el se durmió.

Al despertar sus ojos enfocaron
levemente la figura de Hoseok a un
lado de su pupitre, este lo miraba
con la cabeza ladeada y el entrecejo
fruncido.

- ¿Estás bien? - preguntó Jung
en cuanto se incorporó sobre su
sitio y estiró los músculos de su
cuerpo estos tronando levemente,
asintió de manera lenta mientras
Hoseok volvía a su lugar en el
pupitre a su lado y le entregaba
en el camino una pequeña dona
envuelta en papel blanco. - te
traje esto del receso, has dormido
mucho tiempo, traté de despertarte
antes de salir pero eras un cadáver
prácticamente.

Rió bajo antes de desenvolver el
papel de su dona.

-¿De verdad? - preguntó a lo que
Hoseok asintió. - creo que no había
notado lo cansado que estaba
realmente.

-¿Aún tienes episodios de
insomnio? - preguntó de manera
baja el más bajo, negó con la
cabeza mientras le daba una
mordida a su dona. - Kook...

- Bien, si, tal vez un poco pero esta
vez son menos - alzó los hombros
con desinterés. -tal vez una o dos
veces a la semana, eso es bueno
¿no?

Hoseok asintió. -Sí, es bueno. - su
mejor amigo le regaló una sonrisa a
labio cerrado pero luego su ceño se
frunció nuevamente pero de forma
más leve. - hoy no he sentido
para nada tu olor - ya sabía lo que
pasaría. -estás usando mucho
supresor Jungkook, eso puede
afectarte.

Suspiró. - Lo sé, pero solo lo uso
para el colegio, en la casa no.

- Pero deberías dejar de usarlo
completamente, recuerda que el
año pasado-

- Es un hecho que no se volverá
a repetir - le aseguró cortando su
oración.- no dejaré de usarlo...
al menos hasta que terminemos la
secundaria.

- Pero Kook-

-¡Buenos días estudiantes!

Ambos llevaron su mirada al frente
donde la profesora Joy entraba al
salón con una sonrisa diabólica
adornando su rostro, eso era una
muy mala señal para todos en el
salón.

- Si es lo que creo que es...-
susurró Hoseok inclinándose
levemente hacia él - estamos
fritos.

-¿Crees que debería...

-¡Hoy habrá prueba sorpresa!-
exclamó ella, levantando el muro
de papeles en sus manos. - así que
separen sus mesas y solo lápices y
borradores sobre la carpeta.

- Si - contestó Hoseok. - deberías.

Historia era el curso que la
profesora Joy impartía y no era uno
de los más fáciles a decir verdad,
era este otro de los cursos que
odiaba, a la maestra le gustaba
jugar con sus esperanzas y miedos,
nunca sabían cuando demandaría
un proyecto o exámen sorpresa
y amaba desaprobar a los de su
clase y si no lo lograba se ponía
cascarrabias con todos poniendo
nuevos temas sobre la mesa. La
pesadilla de todo estudiante.

Su puño golpeó dos veces contra
la mesa y todos los estudiantes
se relajaron considerablemente,
desde hace un año Jungkook,
aunque fue Hoseok el de la idea,
hizo un sistema de ayuda para los
exámenes de Historia, la profesora
Joy había estado con ellos desde
hace tres años y ya conocían
sus exámenes imprevistos por
lo que harían lo que fuera para
pasar estos, Hoseok fue un alma
caritativa para todos ellos y les
propuso que Jungkook dictaría las
respuestas a través de la cantidad
de golpes que le diera a la mesa.
Jungkook solo había asentido a
eso evitando hablar de más con sus
compañeros.

Dos golpes a la mesa luego de
que la profesora gritara el exámen
sorpresa significaba que estaba con
ellos y que los ayudaría.

(A) era un golpe luego de eso, (B)
dos golpes, (C) un golpe con el
lápiz y (D) dos golpes con el lápiz
porque si golpeaba mucho la mesa
con sus nudillos sería demasiado
sospechoso.

La profesora pasó por los sitios de
todos repartiendo los exámenes y
revisando que no tengan su celular
o libro debajo de la carpeta.

-¡Bien!- dijo ella apoyándose
en el filo de su escritorio. - tienen
cuarenta minutos, el exámen es
del video que vimos en la clase
de la semana pasada, entonces
¡empiecen!

Su mirada fue hasta el exámen
sobre su carpeta y suspiró, tomó el
lápiz en su mano y puso los datos
básicos en la parte superior para
luego proceder con la primera
pregunta, relamió sus labios y luego
golpeó su lápiz contra la mesa
levemente.

(...)

No sabe cuántos minutos pasaron,
para ser un exámen de un video
de tan solo veinte minutos tenía
demasiadas preguntas, unas un
tanto supersticiosas, casi como
relleno.

Ya había cumplido su parte con sus
compañeros, las cinco preguntas
finales eran completamente para
ellos, no iba a arriesgarse a que la
profesora los descubriera teniendo
el mismo resultado de todos los
exámenes. Con una mueca cansada
termino su exámen y se recostó
un momento contra el respaldo de
su asiento mirando levemente a
Hoseok a quien no le faltaba mucho
para terminar.

Su mirada periférica vago por el
salón hasta detenerse en Sanha
que se sentaba un fila más adelante
que la de él, este mantenía su
mejilla apoyada en la palma de
su mano mientras mordía el lápiz
nerviosamente y miraba el exámen
como si fuera una tétrica película
de terror.

Rió bajo llamando la atención de
la profesora quien alzó una ceja
en su dirección, alzó las manos
en señal de paz y con la mirada
señaló su exámen ya terminado,
la profesora bufó y se cruzó de
brazos apoyándose de nuevo en el
escritorio.

Una baja risa llamó su atención
por lo que giró su mirada para
encontrarse al Alfa con aroma a
Madera mojada y café.

No sabía si se estaba riendo de
la interacción que tuvo con la
profesora o algo que recordó
porque definitivamente el Alfa no
lo estaba mirando, pero su risa fue
contagiosa.

Y él sonrió.

soy omega 𓍢 ִֶָ  jikook Donde viven las historias. Descúbrelo ahora