Su celular iba a morir, debía dejar de usarlo, haberlo desconectado a las 4am y usarlo sin límite había estropeado su distractor de clases, de pensamientos, de todo, debía dejar esa cosa antes de enfermarse más.
Aún faltaban 9 minutos para empezar clases, sería bueno empezar a analizar sus libros, el bullicio ya se hacía presente, cosa que lo ponía en ambiente, su ansiedad fluía al tempo de los segundos.
3 minutos increíblemente largos, lo tentaban a querer despegar su vista de ese libro e intentar aterrizar pies sobre la tierra, pero si lo hacía, sabía que su mirada iría hacía él, siempre él, tenía unas ganas de gritarle en la cara: ¿por qué? Eso nisiquiera es gritar, es preguntar agresivamente. Había ignorado muy bien todo sentimiento ese mes, hasta ahora, con una sola maldita mirada, lo tenía enfermo, dependiente, nuevamente.
Se retorció en su propio asiento, esclavo de sus pensamientos, dejó caer su cabeza en su mesa y se enredó del frío de ésta, ajustó su posición a un rango visual adecuado al percibir la llegada del docente, no era su mejor manera de atender una clase, pero el cansancio comenzaba a afectarle.
¿En qué momento sus pensamientos se callaron tan magníficamente? Su conciencia apagada era increíble, ojalá quedarse en esa oscuridad que tus ojos te brindan al cerrarlos. Sentía toques de realidad totalmente desagradables, es ahí cuando su cerebro volvió a funcionar y la pesadez del presente regresó a su cuerpo.
── Soarinng. . . Hijo. . .
Una voz que no era de su madre, pero se sentía como tal. Abre sus ojos y recuerda dónde se ubica, exclama torpes balbuceos intentando formular las correctas disculpas debido a la penosa situación.
── Haz estado un poco distraído estos días hijo. . . Lávate la cara ¿Si? Anda, viniendo respondes éstas fichas que te estoy dejando.
Salió del aula lo más rápido que sus piernas podían reaccionar, se había mareado, más la vergüenza, y la somnoliencia. . . No le gusta levantarse. A pesar de la luz en abrupto contacto con su iris, logró llegar a los dichosos baños, fue directo a los lavamanos, buscando desesperadamente reincorporar su sistema al mundo en sí.
Mojó su cara sin delicadeza, se miró al espejo, no puede dimitir la lástima que sentía por él mismo, ¿hace cuánto no dormía bien? Nunca razonó del efecto de los malos hábitos en una persona hasta que se analizó en ese preciso momento, le asustó verse más cambiado de lo normal, más hinchado, más ojeroso, más despeinado, ¿Cuándo se descuidó tanto? ¿Estás son las consecuencias de perder a alguien? ¿Por qué era más difícil que soportar las humillaciones sobre ti mismo?
Era todo más complicado por la maldita pubertad, era su cerebro maquinando posibles explicaciones puesto que nunca recibió una, seguro era eso; en cuestión a su físico, lo pensó por un segundo, en su intento por no deteriorarse más se aferró a la existencia de la disforia corporal, aunque era un poco ignorante sobre ello, sea autodiagnóstico o no, seguramente era por eso que en ese momento se sentía incómodo. Sí, era eso, no porque a lo largo del espejo visualiza al culpable de sus penurias adolescentes, eso sería mucho más incómodo de ser real.
Es real, porque ya se ha despertado, no es un sueño, es real, porque se ha lavado la cara y él sigue ahí. Mierda, ya se ha dado cuenta de su presencia, mierda, la incomodidad asciende.
Aquino se queda estático en su eje por un segundo, una rara impresión, no, no lo va a siquiera pensar, ignora la situación, ignora al heterocromático y se va a lavar las manos para salir de una puta vez, es muy tentador mirar al contrario, sobretodo cuando detecta el respirar alterado que solía calmar con unas simples palabras.
Sacude sus manos sobre el lavadero con una particular fuerza, como queriendo desaparecer los sentimientos que desde siempre evitó, el desinterés lo mantiene a cierta velocidad a la hora de caminar, ésta vez no se pierde en el camino porque la tentación gana y mira al castaño, conectan miradas, se arrepiente de hacer eso, pero no importa, trata que esto no le afecte, a pesar de que Soarinng siempre lo obligaba a afrontar lo que denomina como "no importante".
La ansiedad de Soarinng es realmente impulsiva, ha impedido el camino del de mechón rubio, su temblorosa mano está en ese antebrazo que temía tocar, la burbuja existente entre ambos seres es tan forzada, no necesitan estar en está situación, pero alguien está harto del insomnio.
Tiene muchas preguntas, tiene tantas que no sabe por cuál empezar, su firmeza se destruye al ver esos ojos cafés, desorientados, asustados, buscando refugio en él, como siempre su cabeza imaginó, mas nunca confirmó. Ese ser sólo desea misericordia, la lástima que siente también es por él, ¿Cómo decirle que lo extrañas sin que se quiebre? Sin hacerlo más incómodo, es aterrador pensar que cualquier cosa que vaya a decir empeoraría todo, sin embargo, ya están aquí.
── Me estás evitando.
── Eh-h ¿No?
Es un silencio demasiado ruidoso, ambas mentes revueltas, impertinentes voces interiores que podrían hablar por ellos, el silencio siempre fue característico en esa dupla, aunque no de ésta manera.
── ¿P-Por qué ya no hablamos?
Ambos piensan que Aquino es un cobarde, sus gestos lo delatan, ha volteado su cabeza, siguiendo a su vergüenza, aunque. . . ¿Cómo respondes a algo así? ¿Hay respuesta exacta?
── Me sigues evitando.
Soarinng, intenso por naturaleza. Se atreve a acercarse, siempre se preguntó porqué Aquino es tan distraído, ni siquiera eso, es volado, su cerebro se apaga, se evidencia en la mirada que Soarinng ha aprendido a leer con el tiempo, quizá sólo necesitaba ser despertado.
Su mano temblaba, lo que parecía ser el hombro del contrario, terminó en su mejilla, se dejó llevar, estaba acariciando levemente aquella zona, logró su objetivo, nuevamente esos orbes cafés profundos y enigmáticos eran suyos. La cercanía era peligrosamente confortante, respiraciones combinadas, se estaban dando una chance de estar, de conectar de forma íntima, ambos dolidos.
── No, Soa. . . No, es demasiado.
Retiró toscamente su mano, se alejó abruptamente del heterocromático, sacudió su cabeza, confundido, alterado. ¿Cómo entenderlo si no se deja?
── ¿Por qué eres así? Y-Yo sólo. . .
── Soarinng, no estás-s mal, no te hagas bola la cabeza, sólo-o. . . Es demasiado para mí, soy yo.
No hay nada que podamos hacer, creyó que su presencia era inútil, así que, prácticamente, huyó, dejando un vacío mental, también físico, en el uniformado, ya comenzaba a entender la situación en la que se encontraban, si es que eso podía ser considerable.
Su sensibilidad ha sido restaurada.
Recuerda dónde se ubica al escuchar a una dupla adentrarse a los baños, con los nervios a flor de piel se encierra en un cubículo, tapa su cara y se permite ser aplastado por el final que siempre le aterró.
![](https://img.wattpad.com/cover/343880097-288-k880245.jpg)
ESTÁS LEYENDO
the story of us ── soarino
FanfictionNuestra historia parece una tragedia. ── LEER ACLARACIONES ‼️