Si algo odiaba Bakugo de la navidad, era la cantidad de cosas que tienes que hacer sólo para celebrar. La comida, los regalos, verte presentable sólo para ver a las mismas personas que veía todos los días. Era estúpido. Él sólo quería estar solo y concentrarse en su meta. Estar en su tercer y último año de escuela para después entrar de lleno al mundo de los héroes profesionales, agregó otra tonelada de presión sobre sus hombros. Era de los rookies más esperados por el público. Todos lo querían de sidekick. Pero él era más que un simple sidekick. Era mejor que la mayoría de los héroes profesionales que están ahora. Por lo tanto, era difícil para él entender por qué a sus compañeros les importa una mierda eso y están más enfocados en celebrar un día cualquiera.
Sus padres tampoco lo comprendían y no había día que su madre no lo hostigara porque no iba a pasar navidad con ellos. Era sólo una carga. Sólo iría un día y regresaría al día siguiente. Aparte que ya los vería en año nuevo.
—Un día te arrepentirás de no haber pasado navidad con tu madre. —le decía Mitsuki.
—Lo que digas.
No quería siquiera salir de su habitación porque sabía que en cualquier momento sería emboscado por Mina, la organizadora de todas sus pesadillas navideñas. La UA organizó un festival navideño para que todos los alumnos pudieran festejar y divertirse. Mina quería que él ayudara en la cocina horneando pasteles y galletas navideñas para el puesto que pondría la clase 3A. El plan era venderlo vestidos de personajes de la navidad.
—Déjame en paz. —dijo Bakugo cuando bajó a comer algo de la cocina.
—¡Bakugo, por favor! —suplicó Mina—, Sato y Momo no pueden solos.
—¡Ese no es mi problema! —dijo Bakugo—, yo nunca pedí ser parte de esto.
Mina se veía frustrada y al borde un colapso. Kirishima trataba de calmarla y decirle que dejara a Bakugo en paz.
—Sí, ya sabes que el tipo es todo un Grinch. —dijo Kaminari.
—Probablemente la vio mucho de pequeño. —se burló Sero.
—¡Cállense!
—Bakugo, te lo pido como amiga. —suplicó por última vez Mina.
—Y yo te lo digo como una persona que le importa una mierda la navidad—dijo Bakugo—, vete a la mierda y déjame en paz.
—No es nada masculino cómo te estás comportando, Bakugo.
Bakugo lo ignoró y subió a su dormitorio. Supo que no era buena idea bajar y aún así lo hizo.
De camino a su habitación, se topó con Uraraka. Tenía puesto un pequeño traje de elfo y maquilló su rostro haciéndolo aún más adorable. A Bakugo se le detuvo el corazón por un momento. De pronto sintió unas tremendas ganas de pinchar las mejillas de Uraraka y decirle que se veía muy bonita.
No sabe cuándo desarrolló sentimientos hacia la chica, pero ya tiene tiempo babeando por ella. Todos se daban cuenta menos... Uraraka. Pensaba que sólo eran buenos amigos. Y por el momento él prefería dejarlo así. Una novia en estos momentos de su vida no le parecía una buena idea. Su camino hacia el número 1 tomaría mucho tiempo y una novia le quitaría mucho de este.
Ella lo vio y le dedicó una gran sonrisa.
—¡Bakugo! ¡Justo te estaba buscando!
—¿Para qué?
—Mina me pidió que te entregue este traje de elfo. Ya sabes, para la venta navideña de esta noche.
—No me pondré eso. Ni siquiera iré.
ESTÁS LEYENDO
Un Cuento de Navidad
FanfictionCuando Bakugo Katsuki no deja de ser un terco y aleja a todos lo que lo quieren. Ciertos fantasmas deciden visitarlo.