T̶r̶i̶c̶k̶ 𝘖𝘳 𝑻𝒓𝒆𝒂𝒕 (Lynther)

Especial (Por año nuevo)

✫ Este especial no es del seguimiento del libro.

Este "corto" va dirigido hacia la Misión de Neuvillette, donde los dos viajeros están en la cárcel, espero les guste✬

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Aether y Paimon se encontraban en la cafetería de la cárcel de Fontaine, estaban descansando de todo el trabajo que habían echo anteriormente con el hermano de Lyney y Lynette. Aether solo quería despejarse de todo, saber por qué aceptó hacer eso, entrar a la cárcel cuando el no había echo nada malo. Estaba harto de estar ahí.

"¿Quieren algo de comer? Me escabullí hacia la cocina y tomé algunos postres que no se nos permiten comer" comentó una voz un tanto familiar.

"No gracias, no tenemos hambre, Lynette" respondió con cansancio, sin despegar la vista de los papeles.

"¡¿Ah!? ¡Disculpame Aether, pero yo si tengo hambre!" Chilló la pequeña hada, se acercó lo más rápido que pudo hacia los postres y tomó 3 de ellos.

Lynette rió al ver la rapidéz con la que agarró los postres, para luego sentarse en frente de Aether, viendo lo que estaba haciendo

"¿Quien te dió esos papeles? ¿Para qué los tienes que llenar?" preguntó con confusión e interés.

"No es nada importante, es solo para ver si sigo cuerdo aquí" explicó el rubio

"Pftt, ¿ya te volviste loco?" soltó una pequeña risa de burla

"Si te soy sincero, si. No he tenido contacto ni físico ni psicológico con nadie, no he echo misiones que debería, y cuando no las hago se me van juntando, así que cuando salga tendré como 80 misiones pendientes." comentó con frustración

"Bueno, pero no hay nada que un buen postre no arregle" Sonrió y le ofreció un trozo de pastel de mango

Aether le devolvió la sonrisa y tomó el pastel, haciendo que Paimon comenzara a gritarle.

"¡Ese me lo iba a comer yo!" Chilló de nuevo

"Ay Paimon, ya te vas a comer 3, sé compartida." Rodó los ojos en burla

Los tres pasaron un buen rato en la cafetería, pero ninguno de ellos hablaba, Lynette no quería molestar el papeleo de Aether y Paimon de comelona. Al poco tiempo llego Freminet, anunciándole a Lynette que ya debía irse, así que se despidió de los viajeros y se retiró.

"Bueno Paimon, yo ya acabé, será mejor ir a nuestros dormitorios y descansar un poco para mañana tener energías" Propuso el viajero mayor

"De echo ya estoy muy llena... y muy agotada, ya ni puedo volar" Respondió Paimon entre suspiros de llenura

Los dos viajeros se dirigieron hacia sus respectivas habitaciones, cada uno en una distinta, no les gustaba compartir ni cuarto ni cama. Paimon al instante se quedó dormida, tanto el viajero no, él estaba recostado con los ojos abiertos, no podía conciliar el sueño. Se encontraba pensando en todo lo que había ocurrido en Mondstad sobre su hermana, algo que lo hizo sentir aún más frustrado. Comenzó a moverse por toda la cama, tratando de hayar una posición cómoda, ninguna resultó, desde hace días que le pasaba eso, no poder dormir bien.

Pasaron unas cuantas horas, Aether seguía despierto, así que decidió levantarse e ir de nuevo a la cafetería por un vaso de agua, normalmente dejan 3 vasos a medianoche por el mismo tema de personas que no concilian el sueño o les da sed a esas altas horas de la noche. Se sentó en la primer banca que vió, suspiró y le dió un trago a su agua, de repente escuchó una voz decir su nombre, la silueta de este no se percibía con claridad ya que las pocas farolas que habían iluminaban muy poco.

Aether trató de asumir quien era la silueta, entrecerró sus ojos un poco y así pudo distinguirla, era nada más y nada menos que Lyney...

"¿Tampoco puedes dormir?" Preguntó Lyney entre una pequeña risita y sosteniendo un vaso de aquella agua

"Es solo que he estado muy pensativo, algo que no me puedo quitar de la cabeza con facilidad, tú sabes, jaja.." afirmó el rubio

Lyney se acercó un poco más a él y se sentó a su lado, mirando hacia el horizonte de aquel lugar donde se encontraban. De un momento a otro Lyney recargó su cabeza en el hombro de Aether, haciendo que este se sorprendiera un poco.

"¿Sabes? Las personas tienden a dormir mejor si están acompañadas" Dijo el recargado, con sus ojos cerrados

Aether no dijo nada, recargó también su cabeza y cerró sus ojos después de dar otro suspiro. Los dos se quedaron dormidos en esa banca a los pocos minutos, uno recargado en el otro, y sin darse cuenta Aether puso su mano arriba de la mano de Lyney, y así se duraron hasta que amaneciera.

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¡¡Feliz año nuevo, lectores!! 🍾
Mis mejores deseos para este 2024, gracias por seguir leyendo.