Una joven estaba sentada en inodoro cerrado, frio y extraño, adentro de un cubículo con pestillo, sus rodillas tocando su pecho, las zapatillas naranjas que llevaba solían amarillas, ahora manchadas con agua y sangre, miró a su al rededor, las paredes blancas del cubículo tenian rayones y numeros telefonicos.
la punta de sus dedos acarició su sucias mejillas, los movió lentamente intentando calmarse, la joven tomó unos segundos para admirar como había llegado acá, a este momento, ella cerró sus ojos intentando ignorar los gritos de sus compañeros, de sus conocidos, profesores que compartía recreos con, apretó los dientes y trató de llegar con como empezó aquel desgracia.
Pero no pudo concentrarse, al cerrar los ojos, los gritos parecían acercarse, su corazón latió con intensidad, dolía, se sintió como en si estuviera en el ojo de un huracán, abrió sus ojos, sudando más, le temblaban los párpados, se enfoco en el pestillo del cubículo, mordió su lengua aplicando presión a está.
Empezó a perder trazo de la realidad al enfocarse en ese pestillo, ahí empezó a recordar.
Hace unos días atrás, en las noticias había salido un caso de una enfermedad extraña, que generaba una fiebre severa, que no había porque temer ya que el unico caso, que era un niño dos años menor que ella, había fallecido. ella recordó las bromas que hizo sobre ese mismo suceso en clase, por eso apretó los ojos y sacudió la cabeza, su estómago se retorció gracias por ese recuerdo que ahora que lo veía, era tentar a la muerte, burlándose de los fallecidos, quizás por eso estoy acá, ella pensó.
Continuó con sus recuerdos, estaba recién en clases, jugando y bromeando con sus amigos, pero sin aviso previo, no había nada que le podía haber preparado, un grito en los corredores había desviado la atención de la clase, el profesor salió a revisar, la joven no estaba preocupada en ese momento, pensó que era una mala broma pero se equivocó, la puerta se manchó de sangre, confirmando las preocupaciones que ella sufría, se paralizó en el lugar cuando lo que entró difícilmente se puede llamar humano, con la mandíbula colgando, y sin un ojo, ella empezó a hiper ventilar por mientras que su recuerdo empieza a alinear con la realidad, recuerda caer al suelo y ser pisada por quiénes se suponen que eran sus amigos, el sabor a sangre no parece poder desvanecerse de sus atrofiados dientes, no pudo evitar las lágrimas que cayeron de sus ojos, finalmente tenía tiempo para liberar sus sentimientos, después de tanto estrés.
la puerta del baño se abrió abruptamente, sin cuidado, el pobre corazón de la joven saltó.—¿Hay alguien ahí?—la voz sonaba amigable, suave y algo grave, era la voz de alguien que podría ayudarle, la mujer se mordió el labio intentando callar sus sollozos, los pasos tan rápido como se acercaron se alejaron, examinando el baño, tenía algo en mano arrastraba algo en el suelo, parecía que tenía clavos, pero esa era la conclusión que ella pudo sacar meramente por el ruido.
Ella hubiera salido incluso si significaba muerte, pero escuchó otros pasos entrar el baño, mucho más pesados y acelerados, era de alguien ansioso o peligroso, por eso se mantuvo quieta, no era seguro salir.
—¿Qué haces acá?—por alguna razón, no sonaba como pregunta, si no como una queja, la voz de el sujeto era más aguda y forzada a comparación de la amigable, Frank tragó saliva.
—Escuché llantos al entrar, pero parece que no hay nadie. —era alguien bueno el primero que entró, alguien que le podía salvar, pensó Frank.
—Entonces, vámonos no sirve de nada-Ella abrió la puerta por mero impulso, sus ojos llenos de lágrimas hizo difícil diferenciar a las personas enfrente, ¡era Sam!, un compañero suyo, quien suspiró en lo que parecía alivio, tenía un bate y lo que más llamaba la atención es que llevaba una sudadera con cremallera abierta, su toque personal al uniforme escolar.
antes que ella pudiera acercarse, una persona, levemente más alta que ella se interpone en su camino, no tenía cara de tener amigos, lo opuesto, su uniforme estaba descuidado y sus lentes reflejaban la luz del techo, evitando que ella pudiera a través de sus ojos, además su pelo oscuro tan desordenado simulaba tener cuernos, el diablo encarnado o no se cuidaba, era difícil de diferenciar.
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Este mundo ya no es seguro (y nunca lo será)
Novela Juvenil(En esta historia hay gays y muerden.) Frank nunca estuvo preparada para esto, ella era solamente una adolescente, como los otros protagonistas, que tendrá que enfrentarse a un Apocalipsis Z sin saber como atarse los zapatos, nadie acá es una buena...