Ahí estaba, otra vez parada frente a ese manto de agua. Lentamente intente acercarme hacia la orilla, todo se veía desenfocado, apenas podía divisar de lo que era la laguna y lo que creo q son arboles rodeándolo.<<oh Jannis, ¿donde anduviste todo este tipo?>>
Cuando por fin sentía q me inclinaba para intentar mirar mi reflejo en el agua, el sentimiento de miedo y adrenalina se apoderaron de mi sin ninguna razón aparente.
<<¿Estas aquí o estas del otro lado?>>
¿Conocen ese mal presentimiento q suele aparecer cuando va a ocurrir algo malo?
Pues si, lo estaba viviendo justito ahora.
El agua que se supone que era cristalina y tranquila, se comenzó a volver turbia mientras una especia de fuerza invisible me jalaba de los pies, con claras intenciones de arrojarme o succionarme desde la superficie.
Intente gritar, hasta patalear, pero no podía moverme.
Ahora: ¿les pasa q cuando tienen pesadillas no pueden gritar ni por la obra del espíritu Santo? ¿Nisiquiera correr?
Por un instante desee por toda mi alma q esta pesadilla terminará, o que apareciera un pandacornio volando y me salvará. Cualquiera de las dos me vendría bastante bien.
Y así como apereci, desapareci del lugar.
De golpe una sacudida me hizo abrir los ojos, sudando frío, no estaba en el lago, no en el sueño, estaba en mi cama.
¡Mi cómoda y hermosa cama!
Suspire aliviada unas cuantas vecez y me toque la garganta. Lo procese unos segundos antes de sentarme entre las sabanas.
>> ¡ay Dios mio, ya creí q me ahogaba!, esto debe ser el karma por desearle el mal a mi profesor de taller. >>
Si ¿cual es el problema? Termine esa placa del diablo con cada sudor de mi ser para q el desgraciado falte dos vecez seguidas y me ponga un seis. ¡UN SEIS!.
Por un momento prometí q nunca más le desearía el mal, por mi vida y para no morir ahogada.
Peeeero como ya pasó el peligro, mi garganta está asalvo. ¿Por mi? A ese hombre le puede caer hasta un avión ensima. Fuera de eso, debo estar muy tranquila dado por lo que acaba de suceder, cualquier persona en mi lugar habría salido despavorida o habría llamado a un exorcista.Pero no soy cualquier persona.
Un sonido me distrajo de mis pensamientos de mal de ojo, mi tortuga dormía plácidamente con la boca abierta y los ojos a medio abrir. Mierda, hasta parecía muerta. Dormía en su jaula del otro lado de la mediana habitación, ajena a todo lo que me estaba pasando.
Ja, quien pudiera.
Y no la culpo, seguro eran como las 3 u 4 am.
Y con el vistazo q le di a mi celular, así es, 3:15 justas.Me di vuelta sobre mi cama quedando panza abajo con mi brazo buscando bajo la almohada.
Mi diario, aunque apenas podía distinguirlo entre la oscuridad por la poca luz q llegaba de la luna. Un viejo diario de unos 3 años que mi papá me regalo cuando lo vi en una tienda.
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El Bosque De Los Susurros
FantasyLa ambiciosa y curiosa Jannis está teniendo múltiples sueños, mejor dicho, PESADILLAS. Sobre una represa cerca de su casa. Miles de dudas la acechan con saber por qué tiene esos raros sueños, en los que cada que le pasan, se acerca un poco más a la...