¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Anya Walker
Hace 1 año.
Un Apocalipsis Zombie suena bastante loco, ¿verdad?
Cuando era más pequeña tenía miedo de muchas cosas, algunas de esas cosas una niña de siete años no debería temerle, cosas como el calentamiento global.
Entre las cosas a las que le temía estaban los zombies.
Siempre que mamá miraba una película de zombies en lo primero que podía pensar era en que me quedaría sola, en que mamá y mi hermano podrían morir y eso me aterraba. Ya van al menos unos cinco años desde que todo comenzó y desde entonces jamás estuve sola.
Jamás eh estado sola.
―¿Cuanto falta para llegar?
―No lo sé― podía sentir mi espalda mojada, probablemente su herida que no dejaba de sangrar comenzaba a empapar mi ropa.
Sus palabras ya eran susurros y su respiración contra mi cuello era cada vez más débil. Ella no lo lograría y estaba segura de que lo sabía, pero no me iba a rendir, aún no, ella no iba a morir en mis manos y por supuesto no sabiendo que pude haber hecho mucho más para evitar esta situación tan horrible en la que ahora estabamos.
Mis piernas me pedían que me detuviera, me pedían un descanso. Yo estaba débil y cargar a alguien en mi espalda no estaba ayudando con eso, pero si no corría esas personas nos alcanzarían y la miraría a ella morir frente a mis ojos.
―Tengo sueño― solto en un murmuro bastante débil.
―No te duermas Andi― trate de correr más rápido, lo trate con todas mis fuerzas ―No puedes cerrar los ojos ¿de acuerdo? Mantente despierta otros dos minutos― las lágrimas en mis ojos nublaban mi camino, pero ya estábamos aquí.
A lo lejos ya se podía apreciar la cabaña roja y sin poder evitarlo sonreí.
―Ya estamos aquí Andi― correr más rápido era lo único en lo que podía pensar ―Solo aguanta unos segundos más.
La cabaña estaba a sólo unos metros de mi, mis piernas estaban heridas y sangrando, pero lo iba a lograr.
La cabaña roja.
Esta peculiar cabaña que usábamos como centro médico mientras pasabamos nuestras tres semanas de caza en este lugar. Esta cabaña la había encontrado Charlie y era peculiar porque casualmente aquí habían varias cosas que podrias encontrar en un hospital, era como si fuera uno antes de que todo esto comenzará.
En esta cabaña curamos muchas de nuestras heridas, habíamos logrado encontrar cosas que nos ayudarían para curar a los demás y pastillas y medicamentos que podríamos necesitar para los chicos después. Esta cabaña para mi había sido como encontrar una mina de oro, pero ahora solo era un lugar más en la que se habían arrebatado vidas.
