Capítulo II: Desestres.

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"Todos los sonidos se vuelven silencio

Todas mis preocupaciones desaparecen".

—Stray Kids; Sunshine

A veces se sentía un poco culpable, pero se había vuelto un mal habito o uno no tan malo después de todo. BangChan había pasado una temporada prácticamente viviendo en su estudio, de no ser por la preocupación de los demás chicos seguiría ahí, pero siempre se las arreglaba para escaparse de la vigilia de ellos, en especial de ChangBin.

—¡WAH! —Soltó un enorme grito al entrar a su estudio y encontrarse con el menor ahí dentro, casi tira todas sus cosas de la impresión sujetándose del marco de la puerta. —¿Qué haces aquí? —Cuestiona con cierto nerviosismo mientras la mirada afilada del chico le escanea.

—Eso debería de preguntarte, pero ya que no puedes tomarte un descanso y esa canción no puede ser terminada he decidido ayudarte. —Se quita de la silla roja de su novio para sentarse en el sofá negro de atrás.

BangChan no dice nada más, siempre es bueno trabajar con él y no va a quejarse por tener algo de compañía, ChangBin después de todo es un gran letrista y compositor, el tiempo que pasa a su lado lo relaja tanto que termina dormido en su silla, no sería el mejor lugar para tomar una pequeña siesta, pero siendo él era ya una ganancia, pensaba el menor.

Fue su chico quien regresa con la comida que lo termina por despertar, siguen hablando de la canción que estan haciendo ahora juntos mientras comen y ríen, haciendo a veces anotaciones mentales sobre las nuevas ideas que surgen, si estuvieran solo comiendo quizá les hubiera tomado unos treinta minutos acabar, pero siempre tenían algo de lo que hablar así que sin darse cuenta habían pasado cerca de dos horas cuando sus platillos quedaron vacíos.

Algo llenos, el menor termino recargando su espalda contra el pecho de BangChan, descansando de la comida y quedándose en silencio al menos los siguientes dos minutos.

—¿Estas dormido? —Cuestiona el mayor acariciando su abdomen abultado.

Desde hace un tiempo ha admirado la determinación de ChangBin en todo aspecto, es un gran bailarín, un excelente vocal y un sinigual rapero, a pesar de que es molestado por su altura sabe defenderse, con el tiempo ha aprendido a ignorar aquellos comentarios y ahora incluso puede bromear con ellos, las personas a veces se obsesionan con la imagen visual, sabe que ellos no encajan en los clásicos estándares de belleza y a diferencia de él ChangBin es algo que ha de pasar de largo, pues no se preocupa por su físico solo por ser pretencioso o algo superficial, en el fondo le gusta sentirse saludable, el ejercicio le sienta bien, ama comer y no dejara de comer por comentarios malintencionados sobre su apetito.

Chan ha podido disfrutar los cambios del cuerpo de Binnie, son pensamientos que solo se quedarán en su mente, pues ha sentido que ha salido con distintos chicos y todo gracias a ChangBin. Cuando estaban iniciando su relación, el menor era uno de los chicos más delgados que había visto, cargarlo era sencillo, podía sentir los huesos de sus caderas cuando las sujetaba, había besado aquel pecho plano cientos de veces y había mordido esa quijada afilada hasta en sus más profundas fantasías.

Pudo sentir el cambio físico cuando sus brazos crecieron, cuando sus piernas se engrosaron y cuando su trasero se contorneo haciéndolo dos masas de carne en donde adoraba hundir su rostro, los pectorales de ChangBin no era algo por lo cual había desarrollado una fascinación, pero se encontraba constantemente abrazándolo, descansando su mejilla encima de su pecho.

Cuando menos lo pensó, el cuerpo del menor siguió creciendo, su abdomen era asombroso, había temporadas donde estaba plano, otras abultado, otras definido y aunque ChangBin no le creía en sus palabras, le encantaba cualquier etapa, aunque su preferida era cuando el menor dejaba de preocuparse por las dietas y su vientre se abultaba, era demasiado adorable acariciar ese diminuta barriga como en ese momento, estaba esperando la queja del más chico, donde le recriminaría por jugar con esa parte de su cuerpo, pero lo que consiguió fue un agudo gemido.

—¿Qué pasa? —ChangBin se cubrió su rostro, pudo ver su reflejo enfrente de ellos cuando recobro la consciencia, se había sumergido tanto en sus pensamientos que aquello que creyó que estaba tocando no era la barriga recién alimentada de su chico, no. Esta amasando sus pectorales como bolas de desestres. Se había disculpado con cierto rubor, no se había percatado de lo que estaba haciendo, no era la primera vez que pasaba, aunque si la primera que lo hacía despierto, eso siempre pasaba cuando dormían juntos.

—No, yo- yo, solo...sigue. —BangChan se sorprendió al escucharlo, sintiendo las manos del menor guiar a las propias hasta su abultado pecho para que siguiera jugando con éste.

El momento se sintió tan intimo y erótico, las manos fuertes del mayor masajeaban cada parte de sus músculos, viéndose ambos en el reflejo del espejo del estudio mientras sus orejas se enrojecían.

ChangBin solo deseaba que tocara sus pezones por encima de la tela, estaba muriendo porque lo hiciera, pero BangChan parecía estar tan ensimismado en las sensaciones que lo estaba dejando de lado, sin mucho más por hacer el menor sacó su duro miembro y empezó a masturbarse delante de él, mientras sentía las manos cálidas del mayor deslizarse debajo de su playera dirigiéndose a sus pezones donde los apretó con fuerza, hundiendo su rostro en la cabellera del menor, lamiendo su cuello mientras la mano derecha del fornido chico se movía más aprisa.

—Tranquilo...hay tiempo. —Susurra a su oído, acariciando sus bíceps con calma, bajando mientras apretaba cada parte de él hasta que sus manos se acariciaron y entre los dos sujetaron la hombría de ChangBin.

—Chan-Hyung. —Gimió tembloroso, sintiendo como su mejilla se pegaba a la ajena, BangChan recargaba su barbilla sobre el hombro ajeno, su mano libre separaba las piernas ajenas mientras veía el gran espectáculo que su novio le ofrecía.

Acariciaba sus muslos por encima de la tela, escupiendo sobre su mano y la ajena, pidiendo a que el menor hiciera lo mismo y con ambos fluidos lubricar la erección ajena, podía parecer algo asqueroso que sus babas se mezclaran de esa forma, pero solo hizo gruñir a los dos y tratar de controlarse mientras sus brazos se movían rítmicamente.

—¿Cuándo creciste tanto? —Besaba su mejilla y se paseaba por su oreja, lamiendo detrás de esta mientras aspiraba el aroma natural de su chico.

Siempre podía percibir aquel aroma particular. ChangBin olían bien, su colonia había sido un regalo de cumpleaños el año pasado, su jabón de baño tenía un aroma demasiado fuerte para ser masculino, pero le agradaba más de lo que podría aceptar delante del menor, su shampoo era una delicia, pero a pesar de ellos siempre podía sentir su aroma natural, no sabría describirlo, pero era algo que lo volvía loco y le relajaba tanto como masajearle los pechos.

Los gemidos del chico estaban siendo más roncos. Le había dejado libre, le había dejado seguir su propio ritmo mientras sus manos se ocupaban de sus pezones, las yemas húmedas de sus dedos pellizcaban aquellas protuberancias rosáceas, ChangBin mordía la base de su playera alzándola para revelar su torso mientras su novio planteaba toda la palma de su mano sobre cada pectoral, iniciando con una amasamiento algo brusco, demasiado firme que le estaba volando la cabeza, ese dolor ardía y se sentía tan delicioso que no pudo resistir más y los chorros calientes de su semen cayeron escandalosos sobre su torso, manchando las manos del mayor que le tocaba y hasta su propia mejilla.

Las manos de BangChan bajaron por sus costados mientras admiraba las expresiones de placer en rostro de su chico con esos ojos ligeramente llorosos por el placer acumulado, viendo como su pecho con las marcas de la silueta de sus manos subía y bajaba en búsqueda de aire. Mientras dejaba que recuperara el aire, Chan limpió con su mano cada rastro del liquido blanquizco de su torso, tragándolo con cierto morbo. Lamiendo los rastros de la cara del menor hasta unir sus labios.

Daba igual que sabores compartían, los besos después de un intenso orgasmo eran siempre los mejores y no se los negaría nunca.

Sin percatarse el menor quedó dormido de aquella forma entre los brazos y pecho del mayor, éste solo subió sus pantalones y bajó su camiseta, acurrucándose para unirse a él en un sueño tranquilo en ese sofá, era un poco pequeño pero lo suficiente comodo para caer rendido al instante, sin darse cuenta que sus manos, en medio de su sueño viajaban hasta el pecho de ChangBin, solo descansando y sintiéndose menos ansiosas al tenerle cerca.

ChangBin era el lugar seguro de BangChan.

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Empezamos bravas este 2024 con los momentos BinChan, espero su amor crezca por esta pareja y la difundan, gracias por todo su apoyo, espero poder ser más constante, se vienen cositas uwu

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⏰ Última actualización: Jan 03 ⏰

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ᴄʜᴀɴɢʙɪɴ'ꜱ ᴛɪᴅᴅɪᴇꜱ [ʙɪɴᴄʜᴀɴ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora