Islantilla.
Al fin vimos el cartel que anunciaba que habíamos llegado a Islantilla, ahora sólo quedaba buscar esa urbanización en forma de 'U' en la que íbamos a pasar todo el verano. Tenía unas ganas enormes de llegar, de poder disfrutar del sur, de su maravilloso clima y de su gente, que la verdad es que no conozco a casi nadie de Andalucía, pero el acento que tienen me vuelve loca. Y como ya dije, también tenía ganas de llegar para ver si con estos aires del sur a mi hermana Carmen le entraban ganas de relacionarse con el mundo.
**
-Que no Alberto, que por allí no es.- le dice mi madre por enésima vez a mi padre, llevan todo el camino discutiendo por donde cojer. Ya han apagado hasta el gps porque nos hemos perdido varias veces por culpa de éste.
-Elena, nos ha dicho el señor al que hemos parado para preguntar que la urbanización 'La Habana' estaba a la izquiera.- contraataca mi padre- además, ¿ves que si tiramos para allí ya estamos en La Antilla?
-Por favor, dejad de discutir y preguntarles a alguien que estoy leyendo y no me concentro.- añafe mi hermana.- y tú, baja la música o ponte los cascos, ¿no?.- dice mi hermana Carmen refiriéndose a mí.
-Chica, estás a la defensiva, que estamos en el sur, disfruta del momento y no déjate las borderias u tus ataques de persona antisocial para cuando volvamos a Galicia.- me mira mal- ahora sólo disfruta de este paraíso y déjate de estar a la defensiva con todo lo que se mueve.- le digo y aparta su mirada de mi para volver a centrarse en su libro.
**
Al cabo de quince minutos hemos conseguido llegar a la urbanización, nos ha costado pero hemos llegado. Ahora estamos aparcando en la plaza de garaje que tiene nuestra casa.
Mi padre para el coche y salgo rápidamente por la puerta para cojer las cosas y mi hermana me imita.
-Eh, ya estás tu contentilla, ¿no?.- le digo dándole un pequeño golpe en el hombro.
-Bueno, parece que esto no esta nada mal.- me dice mi hermana.
Salimos del garaje que tiene dos escaleras, una que da directamente a lo que es la urbanización por dentro y otra que da a la calle. Salimos por la de la calle para verla por fuera, ya que desde el coche la vimos pero no del todo.
Es enorme y desde aquí se puede escuchar la playa, qué ganas de ir, que en Galicia casi nunca me baño debido a que a penas hace calor.-Papá, dame la llave de la puerta que yo abro.-le digo a mi padre y me las da.
Abro la puerta pricipal, es decir, la que da a la urbanización, no la puerta de la que sería mi casa. Y era enorme, increíble, tenía una piscina enorme, un césped que esta hiper verde y había miles de niños y niñas de mi edad bañándose y tomando el sol, otros más pequeños y otros mas grandes, había de todo.
Seguimos andando para alante buscado el número de nuestra casa, mientras yo miraba todo, era precioso. Hasta lad papeleras me parecían preciosas.
Andamos un poco más alante y encontramos el número 19, esa era nuestra casa.Me subí en el escalón mientras mi padre abría la puerta y como lad casas estan separadas por uns pequeña valla me asomé a la casa de al lado ya que escuché risas y voces. Eran un grupito de chicos y chicas de mi edad jugando al monopoli.
-Silvia, ¿abres tú?.-me dice mi padre sabiendo la ilusión que me hace y yo asiento.
Abro la puerta y flipad con la casa, nada que ver con las del norte.
En menos de cinco minutos ya me había recorrido toda la cara y había asignado cual sería mi habitación y todo.
-Carmen, aunque sé que no te gusta relacionarte con el mundo, ¿te vienes a la terraza?
-¿A la nuestra?
-No, a la del vecino
-Pues ve tú sola
-Tia, que no, ojalá porque les he hechado el ojo a algunos y están bastante bien, pero no, me refiero a la nuestra.
-¡SILVIA!, déjate de tonterías.- me dice y me rio- vamos anda.
Salimos a la terraza y nos sentamos cada una en una silla
-¡Oye!, ¡VOSOTRAS!.- nos dice un chico de la casa de al lado.
Iba a responder pero mi hermana se adelantó.
-¿De qué vas? ¿de dónde te has sacado tu la confianza para decirnos oye y vosotras?.- dice Carmen.
-Tía, Carmen así no vas a conseguir dejar de ser antisocial.
-¿Alguien te ha dicho que esté en mis planes?.- me dice y suspiro ignorando su comentario.- Perdona- le digo al chico de la otra casa- ella es así.
-No te preocupes guapetona- me dice y me guiña el ojo- veniros si queréis- me dice y miro a Carmen la cual se levanta y hace un gesto de 'paso'.
-Yo sí, perdonad a mi hermana que no se encuentra muy bien.- digo mientras dalgo por mi puerta y espero a que me abran la de su casa para entrar en la terraza.