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El día en el que Carl llego a Alexandria todo le pareció tan nuevo. El estaba acostumbrado a dormir en Camas duras e incomodas incluso en el pasto cuando no tenían un refugio. El llegar a Alexandria cambio todo por completo. Dormía bien, comía bien, podía Bañarse, e incluso podía leer todos los cómics que quisiera. Todo estaba bien. Judith ya tenía 4 años, su papá siempre era muy atento a el, y Ron, su novio, era una de la mejores cosas que le pudo pasar en esos años en Alexandria. Pero había algo que a Carl le atormentaba más que este puto apocalipsis. Su ojo.

Carl había perdido su ojo a causa de una bala que le dio uno de los hombres extraños que una vez entraron en Alexandria a matar a muchas personas. Pasó días sin despertar, y en todo ese tiempo Ron estaba con el. Ron era un ángel. Para Carl Ron era el novio que nunca tuvo desde que empezó todo este apocalipsis. En realidad nunca pensó en tener alguna relación desde que empezó todo, pero el hecho de encontrar una sin buscarlo fue mejor que todo.

Ron era un gran novio, pero Ron no hacía cosas que el pensaba que era normal en las parejas. Ron no le decía que era lindo, solo una vez, cuando no eran novios y este solo coqueteaba con el. Carl siempre es el que tiene que empezar un abrazo, un beso, o incluso a veces un saludo. Es como si a Ron siquiera le importara Carl. No era como Rick era con michonne, que le repetía cuanto podía que ella era la chica más linda de todas, le decía que la amaba, la besaba frente a todos sin siquiera importarle, y la abrazaba como si su vida dependiera de ello. Carl quería a alguien así. Tenía novio, si. Pero Ron nunca fue así de cariñoso con el, Ron apenas podía besarlo frente a sus amigos, y siquiera lo abrazaba, sino fuera porque Carl es muy cariñoso, Ron no lo hubiera abrazado en meses. Carl siente que Ron es demasiado distante, siempre lo a sido, pero ¿por qué cuando ya eran novios podía no serlo?. Eso causaba miles de inseguridades en Carl. ¿Ron pensaba que Carl era feo? ¿Ron no lo amaba? ¿Ron no quería que las personas lo vieras con el? ¿O por qué no lo besaba y abrazaba en frente de todos como su papá hacia con michonne? ¿Será por su ojo?.

Ahora mismo Carl estaba viendo desde su ventana como Ron hablaba felizmente con una chica nueva. Realmente era linda. Tenía unos ojos igual a los de Carl, ojos azules. Cabello rubio gratinado un poco largo. Tez blanca y sonrisa bonita. Veía como aquella bonita chica reia mientras ponía su mano en el hombro de Ron y este solo le devolvía la sonrisa amablemente. Carl se sentía mal por hecho de no ser lo suficientemente bonito como para poder hacer reír tanto a su novio como aquella chica lo estaba haciendo. Carl se fijo como Ron volteaba su mirada hacia donde el estaba. El castaño solo aparto la mirada para voltear a ver a Sophia, su mejor amiga, la cual estaba leyendo cómics muy concentrada como para enterarse a donde estaba viendo Carl.

-¿Crees que soy feo por culpa de mi ojo?.-Carl se sentó en la cama al frente de Sophia, viendo como esta dejaba el cómic a un lado para prestarle atención al castaño.- ¿Crees que por eso no me ama lo suficiente?.

-Ese tonto te ama más que a su propia vida, Carl.-Dijo la rubia, acercándose a este para tomarlo de sus manos en forma de consuelo.-Mato a las personas que te hicieron daño, estuvo esos tres días contigo cuando no despertabas, cuando despertaste y salió de la habitación, lo vi llorar como nunca. En estos años en Alexandria nunca nadie lo vio llorar y lloro cuando despertaste, Carl. Aunque no lo demuestre, el te ama más que a nadie.-Vio como aquel castaño soltaba pequeñas lágrimas. Lo acercó a ella en un enorme abrazo escuchando como este solo sollozaba en su pecho.-

Sophia escucho como la puerta de la habitación se habría velozmente. Miro hacia arriba notando a Ron con cara de preocupación y confusión al ver como su novio lloraba desconsoladamente en el pecho de su mejor amiga. Sophia le dio una mirada relajada pero llena de preocupaciones, haciendo que Ron entendiera la referencia, saliendo de habitación lentamente dejando al castaño desahogarse con aquella chica.

[...]

Inseguridad al ojo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora