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—¡Ya Jake! Bájate de ahí —Sunghoon le grita desde su balcón, tirándole una piedra que estaba por ahí, en su lugar Jake solamente baja los brazos, desanimado—. ¿No quieres que te cante la de Cristian Nodal?
—No seas payaso —Jake vuelve a encender su bocina y reproduce desde su mp3 la canción ilegal que descargó de un sitio de dudosa procedencia.
—¿Y si te llevo rosas? —Sunghoon le quita el micrófono en mal estado que saturaba su voz de las manos y apaga el mismo.
—¿Qué crees que haces?
—Ay bueno, estaba jugando.
—Jugando —Sunghoon alza la voz, señalando con sus dos manos la camioneta que detrás traía un arreglo de flores—. Me lo tomé en serio —Un suspiro pesado le indica que ya debe estar enojado.
—Pasa mejor, antes de que las chismosas de mis vecinas comiencen a hablar.
—Mejor que lo sepan ¿no? —Jake para sus pasos haciendo difícil que lo empuje antes de saludar a la mujer que desde su puerta los espía, ella y quien sabe quiénes más de su familia, el punto es que era popular—. ¡Ya métete!
—Bueno, ¿y qué quieres comer?
—¿Qué?
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