Tres estrellas By Yoo_im_finally_writing

Capítulo 03

Lan Zhan maldice internamente cuando el auto de Wen Chao desaparece de su vista. Llevaba semanas intentando convencer a la central de que le proporcionara un auto deportivo de alquiler en caso de una persecución, pero habían insistido en que sería demasiado sospechoso, y le habían dado un auto normal. Así que técnicamente podría culpar a la central por hacerle perder a Wen Chao por segunda vez en dos días, pero él sabe que no es así. Podría haber averiguado ayer exactamente hacia dónde se dirigía Wen Chao, o haber encontrado una forma de seguirle la pista, para ahorrarse la persecución en auto. Pero no lo hizo, y él es el único culpable.

Piensa brevemente en el agente de la CIA. Había encontrado a Wen Chao en el hotel antes que Lan Zhan, así que sospecha que Wei Ying logró de alguna manera colocarle un micrófono a Wen Chao durante su pelea en el restaurante. Es un movimiento bastante audaz de llevar a cabo, una idea que Lan Zhan había considerado (aunque sin el golpe) y que descartó por considerarla arriesgada. Wen Chao es estúpido, sí, pero su guardaespaldas tiene ojos de águila y ya es bastante difícil escapar de su atención sin hacer algo tan evidente.

Si Wei Ying realmente ha logrado ponerle un rastreador a Wen Chao, entonces también sabrá dónde está en este momento. Por lo que Lan Zhan logró escuchar de la conversación de Wen Chao y Wen ZhuLiu después de su reunión con un importante cliente de los Wen, hoy están viajando a una ciudad diferente para un importante negocio a finales de esta semana. Si Lan Zhan puede atraparlos allí durante el acto, tendrá suficientes pruebas para meterlos en la cárcel. Pero tal y como parece hasta ahora, ni siquiera estará en la misma ciudad cuando ocurra.

Agarra el volante un poco más fuerte al pensar en ello.

Con suerte, Wei Ying llegará a tiempo para interceptar a los señores del crimen y ponerlos tras las rejas. El tráfico de drogas es inofensivo en comparación con sus otras actividades, pero de todos modos será suficiente para arrestarlos. Y una vez que los Wen sean arrestados será más fácil encontrar testigos de sus otros delitos.

Lan Zhan suspira. Esta vez la central tampoco tiene la ubicación de Wen Chao, así que lo único que puede hacer es volver a casa. Le destroza el orgullo, pero no tiene sentido vagar sin rumbo por la ciudad cuando Wen Chao y su guardaespaldas ya se han ido.

Deja el auto en la empresa de alquiler y toma un autobús hasta la estación de tren. En el momento en que la máquina expulsa su boleto para regresar a Suzhou, ve una figura conocida.

Wei Ying está de pie en el andén 2, llevando una mochila. Lleva la misma sudadera roja que ayer y luce perfectamente relajado mientras mastica su sándwich.

Una rápida comprobación con su smartphone informa a Lan Zhan de que en la próxima media hora hay trenes que salen del andén 2 con destinos a Shanghái, Chengdu y Shenzhen. Suponiendo que Wei Ying sepa lo que está haciendo, eso reduce las opciones a tres ciudades. Wen Chao no está a la vista—debe haber tomado un tren anterior, o tal vez un vuelo.