Loren, una chica tímida, saltaba mucho a la vista, su piel era lisa y brillaba a la luz del sol, su pelo era ondulado y tenía unos ojos grandes y luminosos del color del mar. Nació en Texas, apenas cumplía su mayoría de edad. Vivía con sus padres, p...
Era un día de lluvia, sabía que no era el momento idóneo para marcharme y que el vuelo a California podía retrasarse, pero ya no aguantaba más la situación. Amelia, bueno... mi madre, desde que conoció a Liam parecía que no le importase como yo me sentía, no me escuchaba ni me atendía como hija, día a día le decía como los niños de mi escuela me hacían sentir inferior por el divorcio de mis padres, pero ella solo me decía "no hagas caso Loren, pronto pararan"... nunca pararon. Ella solía salir todos los viernes en la noche a cenar con su nuevo novio, era mi momento para escapar de ahí, esperé a que escampara un poco, bajé al garaje, cogí la bici y me adentré a la oscuridad, ya no le temía a nada, ni a la soledad. Llegué a casa después de unas horas, mi madre aún no había llegado, entonces me subí a la ventana y empecé a observar la luna...
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Alguien empezó a tirar piedras a mi ventana, no podía descifrar quien era, pero veía como me hacía señales para que bajase, tenía miedo, pero recordé que nunca fui cobarde y salí.
Empecé a hablar con él, era un chico alto, moreno y de ojos oscuros, parecía ser buen chico, pero aún no sabía su nombre.
-Siento no haberme presentado antes, mi nombre es Jacob, te vi antes paseando en la bici y tú rostro me parecía algo familiar, estás en la escuela Dallas ¿cierto?. - preguntó.
-Asi es, y no es algo de lo que me sienta orgullosa.- dije algo tímida.
-¿Por qué?, pero si es la mejor escuela de la ciudad. - dijo Jacob acercándose más. - ¿Quieres charlar un rato?
-No creo que sea buena idea, mi madre está apunto de llegar con su novio y no quisiera hacerle enfadar. - dije mientras me separaba de Jacob.
-Nos acabamos de conocer, solo será un par de minutos, te lo prometo. - dijo Jacob haciéndome sentir segura.
-Esta bien, ¿De que quieres hablar? - pregunté algo impaciente.
-¿Por qué no te gusta tu escuela? - volvió a preguntar Jacob.
-No es la escuela, sino las personas que están en ella, siento que no encajo... - dije agachando la cabeza.
-No estés triste, puedes contarme, si eso te hace sentir mejor, claro. - dijo Jacob intentando convencerme.
-Hace un par de años mis padres se separaron, mi madre encontró un hombre, la verdad es muy bueno con ella, pero desde que llegó, me siento inexistente en casa. En la escuela todos se burlan de mi, porqué mi padre se mudó a California, la verdad estoy contenta, consiguió un nuevo trabajo y eso le hace estar ocupado y olvidarse de todo este caos, por eso decidí mudarme con él, creo que es lo mejor para todos y sobre todo para mi, necesito hacer amigos nuevos y estar con él ya que solo voy los veranos a visitarlo. - dije entristecida.
-¿Vas a mudarte a California? - preguntó Jacob algo contento.
-Si... ¿Te alegras? - me parecía raro que se alegrase.
