MENTAL ASYLUM - ARIKOOK

II

Me miré en el espejo la mañana siguiente y me di cuenta de que me veía ojerosa y agotada.

No recuerdo la última vez que dormí bien.

Jeon Jungkook había estado en mi mente toda la noche.

Imaginé mi primer encuentro con él y todo lo que se me vino a la mente fue al agente Starling y Hannibal Lecter. Esto no me ayudó porque seguí rodando de un lado a otro de la cama toda la noche hasta que sonó la alarma a las cinco y media de la madrugada.

Miré fijamente las bolsas que tenía debajo de los ojos y decidí aplicar un poco de corrector, aplicar un poco de rubor, sombra de ojos apenas notoria y un tono de lápiz labial neked. La enfermera Madelaine, que también era una buena amiga en la facultad, dijo que las sombras más doradas siempre me sentaban bien, pero que usar mucho maquillaje ni siquiera se permitía en el hospital.

Escuché que la ducha se encendía en la habitación de Niall, esa era mi señal para preparar el desayuno para él.

Preparé huevos fritos con tostadas, ya que encabezaba su lista de los desayunos favoritos de todos los tiempos.

Mi hermano era un chico de bajo mantenimiento, si le decías que estabas demasiado ocupada y preparabas pizzas congeladas para cenar todos los días, no se quejaba.

Salí temprano hoy. Te veo en la cena.

Dejé una pequeña nota para él al lado del plato del desayuno, me puse los zapatos de lona, agarré la bolsa y salí, la ciudad tenía un clima frío.

...

Fue bastante fácil encontrar la oficina del Dr. Min.

Toqué una vez y entré a la oficina para encontrar a un joven médico apoyado contra el escritorio de espaldas a mí, revisando un archivo.

Me aclaré la garganta. - ¿Dr. Min Yoongi? -

- ¿Sí? —volvió toda su atención hacia mí. - Debes ser... -

- Soy la enfermera Ariana Grande. Me acaban de transferir al ala C. ¿Supongo que el Dr. Styles te habló de mí? -

Él sonrió a sabiendas. - Sí, por supuesto, enfermera Grande. Por favor, tome asiento -

- Puedes llamarme Ariana -dije.

Me pasó una sonrisa de asesino de mujeres.

El doctor Min era alto, probablemente de algo más de metro setenta, delgado con pelo castaño, ojos cafés como el chocolate, una cara esculpida y una afilada mandíbula que podía cortar el cristal.

Tenía el tipo de rostro que haría que la gente que pasa por la calle se detuviera y mirara hacía atrás.

Si Harry me hubiera advertido que su nuevo "aprendiz" parecía recién salido del Olimpo, al menos me habría esforzado un poco más con mis habilidades de maquillaje.

Jodete, Harry Styles.

- ¿Tierra a Ariana? -

Me había espaciado por completo. - Lo siento... lo siento... Doctor. ¿Estabas diciendo? -

El Dr. Min se rió entre dientes y empujó unos papeles hacia mí. - Léelos detenidamente. No querrás firmar algo para lo que no estás preparada -

Me reí.

¿Se suponía que era una broma?

Escaneé los papeles.

Tenía el nombre del paciente con toda la demás información y mi nombre impreso abajo para una firma.