[VEINTINUEVE]

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―¿Aló, Ye-Hee?... Llamaba para pedirte un favor, sí... ¿Podrías recoger a los niños del colegio, por favor?... No, no, estoy bien, no te preocupes, solo tuve un percance en el trabajo sí, una reunión de emergencia así que creo que no podré llegar a recogerlos y hacer la cena.―Mintió.―... ¿Enserio podrías llevarlos a cenar?... Muchas gracias, Hee, eres muy amable. Entonces nos vemos en la noche, ¿Okay?... ¡Perfecto! Cuídese... Sí, también la quiero, bye.

Aleja el teléfono de su oreja y presiona el botón rojo para finalizar la llamada; lo deja en la mesita de centro y con las manos libres las pasa por su cabello con estrés. Suspira profundamente.

Unos pasos se acercan y terminan a su lado donde siente a una persona tomar asiento en el sofá a su lado. Unas manos se posan en sus hombros y unos cálidos ojos lo miran con comprensión.

―¿Ya te tomaste las pastillas para el dolor de cabeza, cachetón?

―Sí, Jihyo, no te preocupes, ya no duele tanto.―Dice con una sonrisa mientras toma las manos de la mujer.―Solo estoy algo cansado.

Está en casa de Jihyo. Luego de la desafortunada mañana que tuvo al encontrarse en la pastelería con Dohyuk, llegó a la empresa con un semblante desastroso y los ojos llorosos, tuvo un ataque de pánico en los baños donde Jihyo lo encontró y auxilió. Le brindó una botella con agua fría y lo acompañó todo momento hasta que Felix se sintió mejor. Pero a pesar de que Jihyo lo ayudara estuvo toda su jornada laboral con dolores de cabeza y una mueca triste en el rostro hasta que claro, Ji lo notó.

"¿Enserio quieres que te deje luego del ataque que tuviste en los baños? ¡Claro que no! Vamos, irás a vasa conmigo hasta la noche, dile a tu suegra que se encargue de los niños"  fue lo que ella dijo.

Cuando llegaron fue inmediatamente interrogado del porqué de su ataque de pánico. Él no pudo mentirle y le dijo toda la verdad, Jihyo solo lo consoló mientras lloraba en su hombro. Y eso fue hace apenas media hora.

Ahora están tranquilamente en la sala de su departamento. El papá de Jihyo duerme en su habitación y el pequeño hijo de ella colorea en su mesita especial a tan solo un metro.

―Bien, si te vuelves a sentir mal, me avisas, ¿Okay?―Felix asiente y ella pasa su mano para desordenar sus cabellos rubios.―Oh, mira, creo que necesitas teñirtelo otra vez, se ven las raíces.

Felix asiente y tova su propio cabello.―Lo sé, pero con las tareas domésticas y el trabajo doble que Chan me deja al no estar aquí en Seúl, no me da nada de tiempo.―Rie un poco mientras se recuesta en el respaldo del sofá.

Jihyo le copia, ambos quedan mirando hacia el televisor que pasa un programa de variedades.―Ya veo... Ah, desearía que Min estuviera aquí.

―Yo también, ¡Pero no! A Jeongin le dio la gana de irse a Busán por alguna extraña razón y ahora Min debe encargarse solo de la pastelería.―Se queja.

"Perdóname, Felix, quisiera ir contigo a casa de Jihyo pero no puedo dejar el trabajo sin supervisor ya que In se fue para Busán esta mañana, ah ¡No me preguntes porqué, porque yo no sé!" dijo Min cuando Jihyo pasó con su auto para recogerlo.

La mujer forma una sonrisa ladeada y voltea hacia Felix quien guía sus ojos a ella.

―¿Qué pasa?―Entrecierra los ojos sabiendo que ella tiene algo que quiere decir.

―Bangchan está en Busán.

El menor rueda los ojos.―¿Otra vez con eso, Ji? ¡Ya te dije que entre ellos no hay nada!

Cenizas de un Amor [hyunlix]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora