Hola a todos, acá chambeando les quería decir que esta historia ya la quería mandar desde hace un buen, desde navidad para ser específicos, pero el tiempo y la creatividad no me dejaron.Les dejo esta única parte como un especial de enero y también porque ya casi se acaban las vacaciones , ahora sin nada más que decir damos inicio a esta historia algo triste.
Era un 28 de diciembre, en un pequeño pueblucho a una milla de musufatu, hace poco fue Navidad, hacía un frío que calaba los huesos y nevaba fuertemente. Los hombres caminaban cansados a sus casas, esperando ser recibidos por sus familias y una abundante cena para ellos, las mujeres corrían apresuradas con los ingredientes de la cena o salían a recoger a sus hijos, los niños corrían por las calles divertidos con sus nuevos juguetes.Algunos se deslizaban con sus trineos de madera por las colinas, otros se disponían a hacer muñecos de nieve y actividades por el estilo y unos pocos eran llevados por sus madres al interior cálido de sus hogares, siendo separados para cenar.
Todos, ¡excepto una pequeña niña!, temblando de frío, intentaba vender fósforos. Tenía la cabeza descubierta mostrando unos hermosos, aunque maltratados, rizos color dorado, al tacto parecían suaves y eran bastantes largos, aunque algo sucios a decir verdad.
Tampoco llevaba zapatos o alguna prenda abrigada para el tiempo, solo era una pequeña niña cuyos padres despreciaban a más no poder, desesperada trataba de vender sus fósforos a cualquiera que pasara. A pesar del frío y el hambre que tenia, continuaba diciendo a todo aquel que pasara a su lado: —Cómpreme unos fósforos por favor, señor, señora, por favor—.
Mas nadie la miraba, solo para ellos era una pequeña niña cualquiera, expectantes para cuando la niña se fuera a su casa. Después de un rato en el que la nieve caía sobre su pequeño cuerpecito, estrujó un poco a su pequeño compañero, un peluche del héroe en llamas: Endeavour, el era su único y mejor amigo, fielmente la acompañó desde hacía mucho, con sus piecitos descalzos y congelados, se alejó del lugar donde había estado parada durante toda la tarde y parte de la noche, se sentó en un callejón, escondida en un rincón entre dos edificios.
Las paredes del lugar estaban descascaradas por el tiempo, siendo consumidas por la vejez y los años que han pasado, dando un ambiente aún más lúgubre al estar despojadas de su pintura, los ladrillos de barro color gris y la suciedad cubriendo,a por completo. Dentro de una caja la pequeña se acurruco, había retraído sus piecitos debajo de si misma para tratar de calentarlos.
Pero sus piececillos seguían congelados al igual que sus manos, recordó dolorosamente que si no volvía a casa con todos los fósforos vendidos, le iría muy mal con su padre y su mamá se enojaría con ella, negándole acurrucarse con ella. La pequeña Keigo trató de hacerse aún más bolita, esta vez cubriéndose también con sus pequeñas alitas color carmín bastante agujereadas por la falta de plumas sanas en ellas.
Su estómago rugía dolorosamente y sus deditos había dejado de sentirlos hace un buen rato, sentía mucho dolor en sus bracitos donde su madre apagaba sus cigarrillos, sus rodillas llenas de raspones y sangre seca; y por último su espalda llena de cortes que dejó su padre en las rabietas, así que rendida decidió encender uno de los fósforos para calentarse a sí misma. La niña frotó un fósforo contra la espalda descubierta del edificio en el que estaba recargada.
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La niña de los fósforos [Adaptación bnha]
Short StoryComo dice en el título esta es una adaptación del cuento del autor:Hans Christian Andersen, la verdad este cuento marco muy profundamente mi infancia y además se a quedado menos mi corazón, por ser una historia tan triste a mi parecer.El protagonist...