Uta no sabría describir el lugar en que se encontraba ahora mismo.
Era como unir el cielo y el mar.
Todo era tan blanco, tan relajante, tan puro.
Las nubes parecían interminables, repartidas en el cielo.
El mar era como un abismo, era profundo, pero al mismo tiempo era bajo, tanto que podía caminar sobre él.
Trago pesado, este lugar era totalmente desconocido y superaba los límites de su comprensión.
Sin embargo, le ofrecía una paz incierta pero placentera, dándole la seguridad de que allí estaba a salvo.
Comenzó a pensar, sus acciones solo querían un mundo mejor.
Detestó los piratas con todo su corazón cuando Elegía fue destruida.
Destesto a Akagami no Shanks, su propio padre.
Destesto a Luffy y a su sueño de ser pirata, rogaba porque lo abandonara.
Por eso había decidido empezar a cantar sobre su soledad, cantar sobre las aventuras que había vivido, cantar sobre todo.
Su voz le daría color a la vida, la voz de Uta, su voz.
Comenzó transmitiendo conciertos a través del Den Den Mushi, se alegró al saber que habían personas que amaban su canto.
Siguió cantando.
El sueño le vencía, pero tomaba hongos despertar.
Ella solo quería lograr un mundo mejor para que todos estuvieran en él.
Un mundo sin saqueos, un mundo sin dolores, un mundo sin muerte, un mundo sin llantos, simplemente una Utopía.
Comenzó a pensar nuevamente.
Recordó los comentarios de sus fans, y, ciertamente, debía darles la razón.
Las personas aún tienen vidas, tienen sueños.
Existían personas que tenían un hogar, existían personas que quizás no ; existían personas que no eran piratas, sin embargo, no reían, en cambio, existían piratas que parecían locos cantando y riendo ; existían personas que se sentían solas, pero quizás ese era su anhelo.
En este mundo existía mucha gente, todas con diferentes formas de ver el mundo.
<<Recuerda Uta, mal es a bien, como bien es a mal, como negro es a blanco , como blanco es a negro, como día es a noche, como noche es a día, no lo olvides>>.
Esas fueron las palabras de aquella señora que naufragó cuando ella era más pequeña en la isla Elegía antes de ser destruida.
Aquella señora le contó como había sido saqueada por piratas, pero que no estaba triste por eso, todo lo contrario, se sentía feliz de haber sido alguien que tenía algo para ser entregado, se sintió alguien en el mundo.
A Uta le parecía extraño aquello, ¿Cómo vas a estar feliz de que te roben?.
Pero eran cosas que no comprendía a esa edad.
Se sentía como esa señora, no estaba descontenta de que su amigo Luffy halla intentado detenerla, en cambio, se sentía afortunada de haber seguido cantando hasta el final, aunque no de la manera más adecuada posible.
Comprendió que una vida sin riesgos no era divertida, que una vida sin nada que dar no era gratificante, que una vida sin propósito no era maravillosa.
La Utopía que tanto había intentado buscar siempre estuvo delante de sus propios ojos.
Estuvo cegada todo este tiempo.
No se arrepintió de comer la fruta Uta-Uta, si no que lo tomó a bien, ahora podía usar el poder de la misma para hacer bien.
Para reconstruir su vida y la de todos los que pudiera.
Porque a fin de cuentas, esta era Uta.
Una chica que solo quería salvar el mundo a través de canciones, que solo quería aportar su grano de arena a la construcción de una nueva era, que sólo deseaba un mundo mejor.
Esa era Uta, la hija de Akagami no Shanks, la que alguna vez fue una cantante en una tripulación pirata, la tripulación de su padre.
¿Y saben que?
No se iba a avergonzar más de sus raíces, no iba a odiarlo, ni a su padre, ni a su mejor amigo, Mugiwara no Luffy.
A partir de aquí, nacería una nueva Uta, una que dejaría de creer en Utopías y se centraría en mejorar, o al menos intentar mejorar, el mundo actual, el de La Era de Los Piratas.
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Quería hacer esto más largo y no me salio :(.
En fin, nada, eso 🙂
Sake de Binks por Uta como extra :)
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One Shots ; One piece; ZoSan
FanfictionOne shots de la serie animada y el manga de One Piece