Second Time

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- ¿¡Entiendes lo importante que es esto?!.- le reclamo Velvet a su hermano, quien solo la veía con carita de cachorro aplastado.-

- Entonces... ¿Le diste mi número a un desconocido solo porque crees que puede sernos útil?.-

- ¡No es un desconocido! Es el hermano del chiquitín, ¿BroZone no te suena acaso? Él es el segundo menor.- rodo los ojos molesta.-

- ¿¡Ese es el chico de BroZone?! Demonios, cuanto a cambiado, aunque... Lo veo muy enano, no debe pasar del metro sesenta y cinco.-

- Eso no importa ahora. Tú vas a ir y salir con él, lo vas a enamorar y vas a hacer que nos componga nuestras canciones, las ideas de Crispina ya no nos sirven tanto.-

- Las ideas de Crispina me gustan...- murmuro a lo bajo.-

- ¿Dijiste algo?.- pregunto enfadada mientras alzaba una ceja. El gemelo negó rápidamente.- Sí haces algo mal tu seras el culpable de enterrar nuestra carrera y ser quién nos baje de la cima, sabes lo mucho que odio no estar en la cima.-

Todo sea por su hermana.

...

- ¡De verdad lo hiciste!.- felicito John Dory mientras le daba unas palmadas a su hermano menor.-

- En realidad me lo paso su hermana, pero sí, lo hice.- Sonrió el segundo menor de la familia.-

- ¿¡Éstas loco?! Ellos son unos cantantes pop maniáticos en busca de la fama y nada más, no les interesa otra cosa.- reclamo Ramón.-

- Cálmate, yo tampoco estoy muy de acuerdo en lo que hizo si es que le diste advertencias, pero deja que le de una oportunidad y si las cosas no funcionan entonces todos te diremos que tuviste razón y haremos lo que quieras.- dijo Clay en un tono tranquilo mientras usaba su computadora.-

- Gracias por preocuparte, Ramón, pero sé cuidarme y soy mayor, me alejare de ahí en cuanto vea algo raro.- esas palabras lograron tranquilizar al menor, pero no se veía convencido.-

- Oigan, ¿vendrán a ayudar al restaurante?.- llamo el segundo mayor, haciendo que todos los hermanos fueran a ayudarlo.-

...

Eran al rededor de las diez de la noche, Floyd acostado en la cama de uno de los tantos cuartos de visita que tenía la casa de su hermano. Hundió su rostro en las almohadas, ahogando un grito.

Estaba frustrado porque no sabía cómo iniciar la conversación con el lindo chico de ojos bonitos que vio en la escuela de su hermano menor.

"Hola, eres lindo y le pedí tu número a tu hermana"

Si le mandaba alguna mierda así es más que obvio que el chico se asustaría, pero, ¿mínimo su hermana le aviso sobre haber pasado su número a un desconocido? Lo más probable es que sí, eso lo hacía sentir más incomodo de lo que ya.

"Hola, bonito"

No, muy acosador.

" Tu hermana me paso tu número, tus ojos son realmente hermosos"

Es como la primera, solo que las acosador.

" Hey, ¿Cómo te llamas?"

Estúpido, sabe su nombre, iniciar con algo así sería tonto.

Suspiro derrotado y dejo su teléfono de lado, otro día se animaría a hablarle, pero no ahora que estaba demasiado frustrado por no saber como iniciar una maldita conversación. Ese era el problema de que casi nadie le gustaba, no coqueteaba con casi nadie y las veces que lo hizo no eran un éxito total, más de una vez vio una pequeña mueca en sus intentos de conquista.

Se ahogo de nuevo sobre la almohada y decidido que era mejor dormir de una buena vez antes que seguir taladrandose la cabeza con ese tema.

...

Al día siguiente despertó a las ocho de la mañana, hora exacta para levantarse y ayudar a su hermano, Toño, a arreglar un poco el restaurante. John Dory iba de salida a un nuevo lugar y tardaría unas semanas en llegar, Clay debía volver a su consultorio y Ramón debía ir a su escuela, por lo tanto, el era el único disponible al tener su agenda libre (por el momento)

A Floyd siempre le gustaba ayudar en el restaurante, la compañía de Toño era agradable, sus sobrinos eran revoltosos, pero buenos dentro de lo que cabe, y la esposa de Toño era un ángel en vida, podía tener pláticas tranquilas con ella.

Fue a las once de la mañana que llamaron al restaurante por un pedido, así es, era un pedido de la escuela de Ramón.

- Oye, Floyd.- llamó en un tono cantarín a su hermano.-

- ¿Qué pasa?.- no estaba prestando mucha atención, esto ya que estaba limpiando algunas mesas.-

- La escuela de Ramón hizo un pedido... Ya sabes, es algo pequeño y solo debes ir a cafetería a dejarlo, pero puedes aprovechar a ver a ese muchachito.- eso fue suficiente para que el peli-rosa volteara y corriera hacia él.-

- Iré, ¿dónde está el pedido?.- parecía algo apurado, incluso si sabía que parte del pedido no debía estar hecho todavía.-

- Hey, tranquilo, pequeño enamorado. El pedido todavía no está, pero te lo daré en cuanto acabe. Procura llegar antes de las tres, me debes ese show para mis clientes.-

La cruda realidad es que Toño no quería ir a dejar el pedido y su hermano estaba ahí, entonces, ¿por qué no aprovechar su presencia para que haga un pequeño trabajo que el no quería?

...

Ya eran las doce y media, con Floyd camino a la escuela donde estudio hace unos años. El pedido no era realmente pesado ya que solo era para unos cuantos profesores, había cargado cosas más pesadas en su vida.

Cuando llego se adentro con cuidado por la parte de atrás, sabía lo mucho que Ramón odiaba la atención, y si entraba por la puerta principal haría un escándalo que un chico de BroZone llegara de la nada. De los cuatro, Floyd era el que más comprendía y respetaba las decisiones de Ramón, entre ellas la de no querer llamar la atención.

- Buenas tardes.- Floyd anunció su llegada a los trabajadores de la cafetería, dejando el pedido sobre la barra.-

Platico un poco con los trabajadores antes de que le pagarán y pudiera retirarse. Por un momento olvido por completo que venía a ver al muchacho peliverde, de no ser porque lo vio caminando junto a su hermana.

Se veía increíble, camisa de cuello largo sin mangas color negro; unos guantes hasta el codo, color negro igualmente; pantalón verde obscuro con un cinturón blanco con demasiados accesorios coloridos como cadenas con estrellas coloridas. En cuanto accesorios solo veía un choker dorado, unos aretes dorados también y unos botines militares.

No sabe exactamente cuanto tiempo se quedó ahí, parado como idiota apreciando al lindo chico que caminaba junto a su hermana (quien al parecer vestía de forma parecida) pero seguramente fue mucho tiempo.

No se percató de que él chico se había separado de su hermana y caminaba hacia él, no hasta que ya lo tenía frente suyo. Tan alto como la última vez que lo vio, justo como le gustaban.

- Hey, pequeñín. Mi hermana me dijo que te paso mi número.-

- Me pareciste atractivo.- todo quedo en silencio. Las palabras salieron de su boca debido al nerviosismo y ahora quería que se lo tragara la tierra.-

- Qué directo. También eres lindo, espero tu mensaje.- dijo en un tono coqueto antes de guiñarle el ojo e irse.-

El pelirosa estaba a punto de desmayarse ahí debido a los nervios. Por otro lado, su hermano menor lo veía de lejos con una mirada que mataría a cualquiera.

First Glance | Floyd x VeneerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora