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_¡Mamá no te vayas!_ gritaba aquel pequeño mientras sostenía el suéter de la mujer_ ¡Por favor!

_Tengo que irme_ se agachó y sostuvo su rostro entre sus manos_ te amo, Мишка (Mishka)_ beso su frente_ pero debo irme, volvere pronto ¿Si?

_¡Jisoo!_ aquel grito la alertó.

_Si tú papá se enoja, ya sabes dónde debes ir_ volvió a besarlo y salió corriendo, dejando al pequeño niño llorando en la nieve.

_¡Mamá!_ la llamaba mientras la veía irse.

_¡Cállate!_ su padre lo tomo del brazo_ ¡Esa zorra se fue y te abandonó!_ Gritó mientras lo agitaba con fuerza, haciéndolo llorar de dolor. Comenzó a jalarlo para llevarlo de regreso a casa, donde lo tiró al piso con fuerza y ahí lo dejó llorando.

Los días transcurrían, su madre no volvía y su padre se la pasaba tomando alcohol hasta quedar inconsciente. Estaba bien con eso, nadie le gritaba y no le pegaban así que podía estar en paz; aunque tenía el problema de que la comida se había terminado y estaba haciendo demasiado frío como para que saliera a buscar algo como antes su mamá le había enseñado.

_Papá..._ tocó el brazo del hombre que despertó.

_¿Qué quieres?

_Tengo hambre_ dijo en voz baja.

_Hambre... Cierto, no hay comida_ se levantó de su silla_ ponte tu abrigo, iremos de compras.

_Si, si_ asintió y fue a su habitación por su abrigo, era algo viejo porque había sido de su padre. Se lo colocó y alcanzó a su padre en la puerta, salieron de casa y caminaba detrás de él para después subir al trineo y dirigirse al pueblo.

Entro detrás de su padre a la pequeña tienda y se sintió algo mal cuando vió los zapatos de todos y el iba descalzo. No usaba zapatos, así que se había acostumbrado a andar así.

_Hola, pequeño_ una mujer lo saludo_ aquí están tus cosas_ le entregó una bolsa de papel y SeokJin al mirar en su interior encontró una paleta de caramelo, miro a la mujer y ella le guiñó el ojo.

_SeokJin, vámonos_ su padre lo llamó y él lo siguió corriendo.

_Pobre niño..._ la mujer y su esposo suspiraron.

Por un tiempo su padre lo trataba mejor, no había grito o golpes, lo enseño a cuidar de los animales que tenían, así que pasaban tiempo juntos; pero todo eso cambio cuando otra mujer apareció en la vida de su padre así que volvió a estar solo o no fue así del todo, había conocido un nuevo niño.

_¡Taehyung!_ grito y corrió hacia él.

_Солнышко (Solnyshko)_ un niño de cabello oscuro, ojos rojos, piel acaramelada y un poco más alto que él le sonrió y espero hasta que otro llegó a abrazarlo.

_¿Trajiste el libro?

_Si, aquí está tú libro_ beso su mejilla y se sentaron juntos, él le enseñaba a leer y escribir_ ¿Y hoy irás conmigo a casa?

_No, papá se enojaría.

_Pero no lo necesitas más.

_Yo lo quiero mucho, cuando mami vuelva estaremos felices juntos.

Eso esperaba, quería ver a SeokJin feliz, pero se preocupó el día que dejó de ir a verlo. Así que fue a buscarlo a su casa, pero Jin ya no estaba ahí; no había rastro de él.

_¡Deja de llorar y haz bien tu trabajo!_ gritó una mujer y abofeteo al chico que se quedó agachado_ eres una zorra como tu madre, te he dicho que te alejes de los hombres.

_No hice nada...

_¡Estabas de ofrecido con ese hombre!

_No..._ recibió otra bofetada.

_Sabes cuál es tu trabajo, ahora cállate y ve a hacer tu trabajo_ se alejo y primero fue a limpiar su rostro para después comenzar el trabajo que le fue encargado.

_Todo está bien, Jinnie_ una chica lo  consoló_ yo te ayudaré.

_No quiero que te metas en problemas con ella.

_Aún no entiendo porque aún no acepta ninguna propuesta de matrimonio que le ofrecen. Han venido de otros reinos a pedir tu mano y han ofrecido enormes riquezas por ti.

_No sé que es lo que quiere_ se encogió de hombros_ Voy a sacar la basura.

_Ve con cuidado_ el contrario asintió y tomo las bolsas de basura para salir por la salida trasera sin esperar que alguien lo tomaría desprevenido y taparan su rostro con un trapo que lo hizo quedar inconsciente aunque peleará.

Todo se volvió oscuro y por alguna extraña razón sintió alivio, no sabía que sucedería con él, pero cualquier cosa era mejor que estar atrapado por su madrastra.

𝓛𝓲𝓽𝓾𝓻𝓰𝓲𝓪Donde viven las historias. Descúbrelo ahora