— Rachel, tú y Leah irán hacia el laboratorio del señor Byrne— Dayla señaló a la de cabello pelirrojo y a su compañera de ojos marrones.— Kay, tú vendrás conmigo a acabar con esos soldados ¡Vamos!—
Las chicas cumplieron la orden de la mayor, en ese día, Dayla, de preciosos ojos verdes y cabello rubio largo vestía su traje de tonos negros y morados, su pelo liso estaba recogido en dos trenzas de boxeadora, y su arma de elección había sido el Bō. Era astuta, empática y con un gran sentido de la intuición. Junto a ella estaba Makayla, intimidante y algo violenta... muy violenta, sobre todo con los nunchakus, arma que había escogido ese día para un misión tan importante y a la vez tan repetitiva. Su traje enterizo era al igual que el de su 'hermana' negro, pero esta vez con tonos naranjas. Su pelo rizado y negro estaba recogido en un moño alto, con una bandana también naranja.
Ellas dos se encargarían de batallar junto con el ejército de soldados que tenía el señor Byrne a su disposición.
— Esto es pan comido— sonrió con picardía la morena.
— ¡Ya!— gritó la rubia cuando los oponentes corrían hacia ellas para atacarlas.El bō parecía un arma algo inútil, por así decirlo, pero no lo era para nada, recibir un golpe de un palo de madera de casi dos metros era completamente doloroso. Con él podían defenderse, bloquear y atacar al oponente, solo hacia falta saber girarlo con las manos en la parte central de manera correcta y saber posicionar las piernas bien, además de tener mucho cuidado con la cabeza del portador. Para las chicas, que llevaban entrenando desde que tenían cinco años, era muy pero que muy fácil, para otros, probablemente sería imposible.
Golpe en el pecho, bloqueo por la espalda, y traspiés con el mismo arma, Dayla estaba bastante avanzada a la victoria.
Makayla era una maravilla con los nunchakus, atrapando con facilidad a los soldados con las cadenas de ambos y elevándolos para que cayeran con fuerza al suelo del otro lado de aquella habitación con tecnología tan avanzada.
En poco minutos acabaron con ellos.Por otro lado, estaba Leah, de ojos avellana y pelo pelirrojo ondulado, recogido en una media cola en la parte superior de su cabeza, portando dos katanas, y con su traje negro y azul eléctrico, tremendamente inteligente y tímida, colándose en el laboratorio del villano sin emitir ni un solo susurro o ruido, acompañada de Rachel, divertida y extrovertida, de ojos azules y cabello castaño claro, el color que destacaba en su vestimenta era el rojo, y sus dos manos ocupaban un afilado Sai cada una.
— Ahí está— susurró la última mencionada, señalando al señor canoso que tanto les había costado vencer en estas últimas 1980 misiones.
Porque esas habían sido el número de visiones en las que se habían enfrentado contra el científico cyborg.— Acabemos con esto ya, Leah— dijo entre dientes, y ambas saltaron en frente de él desde el techo, donde estaban escondidas.
— Vaya, ya las echaba de menos a ustedes dos, me estaba cansando de ver a sus hermanas peleando contra mi ejército— que irónico era el señor cuando quería.
— Venga Byrne, si tanto nos echabas de menos, demuéstralo— Rachel lo retó.
— Por supuesto que sí, niñas, vengan a darme un abrazo— se levantó de su tecnológico 'trono', y las chicas maldijeron por dentro.
Había construido partes muchísimo mas fuertes y las había incluido a la mitad de su cuerpo Cyborg.
— Tecnología de la dimensión Zaphire— dijo admirada la pelirroja.
— Leah, no tenemos tiempo para eso ahora— la interrumpió Kay de sus pensamientos.
— Perdón, perdón— se corrigió y volvió a ponerse en posición de ataque.
Ella fue la primera que saltó, uniendo la parte baja de las empuñaduras de sus katanas y girándolas con sus manos en la parte central, acabando con muchos de los soldados que se aproximaban a ella para atacarla, defendiendo a su líder supremo, haciéndoles añicos, pero no había ni una sola gota de sangre por ningún lado, al contrario, en una de las ocasiones, Leah recibió una corriente eléctrica.
Como no, robots, Byrne no cambiaba para nada, en ninguna de las 1980 misiones.
Makayla estaba rodeada también, pero acababa con ellos rápidamente. Rachel y Dayla, trabajando en parejas, se miraron orgullosas al terminar.
Pero no todo era coser y cantar, y Leah de un momento a otro se vio atrapada en una esquina por el gran cyborg que era ahora Byrne.
Este la cogió en peso por la cintura con su brazo metálico, apretándole bastante la zona de la barriga.—Vamos, gordita—se mofó el villano.
— Te contestaría con algo súper feo relacionado con tu madre—dijo apenas sin aire la de gafas.—Pero yo respeto y tengo honor— y con sus armas, cortó el brazo, liberándose de su agarre.
Rachel atacó por detrás clavando uno de los sais en el ojo tecnológico del villano, haciendo que saliera por la parte trasera del cráneo metálico.— Está despejado, y este tío sigue siendo igual de fácil de derrotar— Makayla se burló.
— Creo que será muy interesante que nos llevemos esto, Lele— la rubia tomó una piedra de tonalidades azules de los restos de Byrne.
— Vámonos, por hoy el trabajo ha terminado— se abrazaron todas y caminaron a la salida.
Barrio Bayswater, entre el número 10 y 13, una pequeña casa estaba escondida en un callejón, era muy bonita, de color azul pastel, la puerta era de un tono barniz muy oscuro, casi negro.
Todas las chicas entraron por la puerta 'trasera', que en realidad de trasera no tenía nada, era más bien una puerta secreta, que Leah había creado con un dispositivo de mimetización de tecnología avanzada, para que nadie pudiera ver por donde entraban exactamente las muchachas, tomando como ventaja también que en la calle que vivían, los vecinos eran ancianos la mayoría.
— Buenas noches, chicas— una voz femenina las recibió.
— Hola mamá— contestaron las cuatro girando la cabeza en la misma dirección.
¡Holiii! Si has llegado hasta aquí, muchísimas gracias por leer esta historia y haberle dado una oportunidad, estoy realmente emocionada por eso, ya que me hace muchísima ilusión publicarla.
Esto lo hago solo para pasar un buen rato, ya que me encanta escribir pero no soy experta ni mucho menos. No sé con cuanta frecuencia subiré capítulo, porque soy estudiante, pero en los períodos que tenga tiempos libres, aprovecharé para escribir, el título no es de seguro, pero iré informando de ello, de nuevo, muchísimas gracias y buenxs días/tardes/noches.Un abracito virtual, Dawnie. 💙
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La misión Leradama - TMNT fanfic
Science FictionMakayla, Rachel, Leah y Dayla han sido entrenadas para defender la ciudad de Londres, todo va bien, permanecen bajo el anonimato, y la ciudad las adora, sin saber realmente su paradero. Una competencia amenaza, aunque con el paso del tiempo, se dan...